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sábado, marzo 08, 2025

CORTAR LEÑA PARA QUEMARLA

Cuando tenía quince años recuerdo que, un par de amigos y yo ,esperábamos la vuelta a las clases escuchando vinilos de todo tipo (desde Víctor Jara a Phil Collins, pasando por los Mamas & Papas, los Bee Gees y hasta Julio Iglesias). Aliñábamos ese guirigay musical fumando Ducados y bebiendo lukumbas (cognac con batidos de chocolate). 

Con aquella música inyectada en vena, humo en los pulmones y alcohol en el estómago, arreglábamos el mundo por turnos cada tarde de aquel lejano verano. Luego, como escribió José Luís Blanco, el destino vino como un disparo. 

Cuarenta años después, todavía escucho las mismas canciones, ahora en un pen. Fumo bastante menos y he cambiado los lukumbas por alguna copa de Ribera. Lo de arreglar el mundo dejamos de hablarlo hace mucho. 

Justo cuando empezamos a intuir que Julio Iglesias había ganado, que Víctor Jara no vendía discos, sólo ideas, y que cada vez éramos menos los nostálgicos que queríamos salir del falso abrigo de la Cueva de Platón. La gente prefiere recordar a Manuela en vez de a Amanda y, como buenos borregos, preferimos cerrar los ojos y balar ¡Hey!, en vez de reclamar "El derecho de vivir en paz"

Es duro aceptar que el mundo es de Goliat porque David no encuentra piedras con las que derribarle. Las quitaron para asfaltar el planeta hasta los tuétanos. 

Quizá, por eso, empiezo a entender la importancia de lo simple. Al hablar, al comer, y por supuesto al amar, si elegimos lo sencillo, acertamos. Hace poco me dijo alguien que quería volver a su pueblo para pasar los inviernos cortando leña para quemarla y los veranos paseando.

 Dicen, que en uno de esos pueblos despoblados, han visto a Julio Iglesias y Víctor Jara cortar juntos la leña y amontonarla para el invierno, y eso me asusta porque, de ser así, uno de los dos ha sobornado al barquero insobornable, Caronte, para cruzar al otro lado del río.  

Manolo Martínez

https://www.facebook.com/Comer-Beber-y-Hablar-1630331003941651

4 comentarios:

  1. Debemos ser de la misma edad porque escuchábamos la misma música y bebíamos lo mismo, y ahora pensamos y sentimos lo mismo. Somos unos carrozas empedernidos.
    Un saludo

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Gracias, Mari Carmen, por tu generoso comentario, es gasolina para seguir intentándolo. Y bienvenida a este tu blog

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  4. Qué alegría saber que sigues leyéndome Lola, y sí, somos unos puretas, a mucha honra. Si bebes lo mismo, y piensas igual...será la nostalgia de aquellos años...

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