Páginas

sábado, noviembre 05, 2022

EL SURICATO DE LA RONDA NORTE


En la ronda norte se encuentra uno de todo: gente joven y gente mayor, mujeres y hombres, deportistas de piernas rápidas y deportistas de lengua rápidas, de esos que necesitan tres horas porque hablan más que andan.

Hace unos días descubrí una especie más: el suricato de la ronda norte.

Es macho, mu macho, y va erguido, tieso como un ajo, pero lo que realmente le delata es que va con la cabeza girada, como la niña del exorcista, mirando más tiempo hacia atrás que al frente.

Y es que, en cuánto atisba en el horizonte del carril bici a una mujer, pone el cuello en posición de “atento”, en modo telescopio, estirando las cervicales hasta el infinito y más allá, para luego, conforme va pasando a su lado la susodicha, el suricato de la ronda norte va virando su pescuezo, y acompañando con la mirada a la abochornada mujer.

No se le escapa ni una al animalito.

Si le ves venir, y vas acompañado de una fémina, haz lo que fizimos mi compañera y yo una vez, que empezamos a andar hacia atrás, pero sin perderle la cara al suricato.

Fue una pasada verle acelerar el paso intentando adelantarnos y situarse detrás, pero más sorprendente fue su reacción al no conseguir su propósito. Se dio la vuelta, y dándonos la espalda, se alejó de nosotros, tan rápido, que le perdimos de vista en un plis plas.

No habían pasado treinta minutos cuando, instintivamente, nos giramos mi mujer y yo, y pásmense vuestras mercedes, allí estaba el suricato, a dos metros escasos de nosotros.

Le había dato la vuelta a la ronda norte hasta colocarse dónde a él le gusta apostarse, en la retaguardia.

Aunque los suricatos se alimentan principalmente de insectos, arácnidos o ciempiés, esta subespecie, el suricato de la ronda norte, necesita "darle al ojo" para subsistir, alguna carencia tendrá la criatura. 

 

Manolo Martínez

Hazte seguidor, aquí abajo, de mi Tertulia "COMER, BEBER y HABLAR"

No hay comentarios:

Publicar un comentario