Páginas

domingo, marzo 17, 2024

UNA TARDE DE MARZO EN LA PLAZA


No hay dos tardes iguales, como nosotros, cada una es de un padre y una madre. 

No es lo mismo una tarde de agosto en Chipiona que una de noviembre en alta mar, o una de marzo en la plaza del pueblo. 

Mientras el mal tiempo barre a la gente de la calle, las tardes de marzo son como el padre que arruga la frente cuando riñe y truena porque el entrecejo se hace nubarrón. 

Pero la misma tarde, en las plazas de los pueblos, se hacen madres: templadas, consentidoras, como fanales de mofletes amarillos que nos abrigan de los fríos finales. 

Uno se asoma a los ojos de las casas para  ver como los goles de los niños, en los árboles, visten la tarde de gorriones. 

…y de pronto, al caer la noche, Jesús, María y José, el silencio cubre la plaza, como si a los niños, los gorriones y los coches, les hubiese comido la lengua el gato. 

            Manolo Martínez

Hazte seguidor, aquí abajo, de mi Tertulia "COMER, BEBER y HABLAR"

https://www.facebook.com/Comer-Beber-y-Hablar-1630331003941651

No hay comentarios:

Publicar un comentario