CARPE DIEM



Dentro de veinte años, lamentarás más las cosas que no hiciste, que las que sí hiciste. Así que, suelta amarras y abandona el puerto seguro. Atrapa los vientos en tus velas. Explora. Sueña. Descubre.


miércoles, julio 14, 2010

CASILLAS, EL POTITO Y SARA

¿Han observado ustedes las morisquetas que hacemos con la boca cuando le damos la papilla a un bebé? Cómo, mientras le arrimamos la cuchara colmada de potito, abrimos, desproporcionádamente, nuestras fauces, catequizándoles en el arte de comer, y luego, nos relamemos, sacando medio metro de lengua y barriendo en círculo, desde la nariz hasta la nariz, pasando por la barbilla, intentando hacer el trabajo que le corresponde al niño. Pues, eso, exactamente eso, es lo que hizo media España, cuando, Casillas, le zampó el beso a la Carbonero, después de ganar el Mundial. Todos apretamos el hocico, cuando, Íker, espachurró su cara contra la de Sara. No digan que no, que esto queda entre ustedes y yo. Millones de toritos bravos, comprimieron sus labios, ante el arrumaco televisado. Todos hicimos, aquella noche, la morisqueta para que, Sara, se comiera todo el potito, y luego, nos relamimos, para que no se derramara ni una gota de aquel beso entre el guapo y la guapa. Aquel beso anunciado, esperado por inesperado, calmó la sed del guerrero tras la árdua batalla naranja. No, no fue el beso de un hijo a su madre, pero tampoco hubo lengua, elemento determinante para la clasificación del ósculo. Aquello fué la merecida recepción al soldado tras su vuelta de las cruzadas. El portero no persuadió a la presentadora, ni la sedujo, símplemente fizo lo que España entera, que no media, esperaba que fiziera. Saboreó su triunfo, se nutrió, y luego, se fué, con el resto de los guerreros a celebrar la gesta, vaya jeta. Todos besamos esa noche a Sara, pero no con gula, sino por echarle una mano al chaval, por no dejarlo solo. No había envidia en nuestro gesto, si acaso lástima de que no supiera hacerlo, y nosotros, generosos, le aleccionamos desde nuestros sofás relax: “ Mira, Íker, así…” , le intentábamos decir todos al de Móstoles. Pero el tío besó el santo y se fue corriendo. Pero ¿ dónde vas…chaval?, espérate, dále otro, más despacio hombre. Estos niños de hoy no saben, que le vamos a hacer.

- ¡Tú...¡,¿ ya estás escribiendo tonterías? ( me espetó mi mujer, dándome un guantazo en el cogote ).

- No hija, estoy comentando el pregón.

- ¿ Qué pregón…?, si estamos en julio.

- Ahhh…pero no hay pregones de verano…pues sobre eso escribo, ¿a qué esperan?, pregón de…pregón de…. pregón del tinto de verano.

3 comentarios:

loles40 dijo...

Que no hay manera que los hombres nos entiendan...

ese guantazo era para que despertaras e hicieras de

lo de casillas a ella... hombre que no te enteras.

Saludos

Tintito dijo...

No te preocupes por Sara si después Iker se fue con los demás a celebrarlo y la abandonó...a ella siempre le queda el consuelo del micrófono.

Anónimo dijo...

Muy bueno, si señor muy bueno su articulo, ni la del marqués...

Seranilla

La moza de la Finojosa


Moza tan fermosa
non vi en la frontera,
como una vaquera
de la Finojosa.

Faciendo la vía 5
del Calatraveño
a Santa María,
vencido del sueño,
por tierra fragosa
perdí la carrera, 10
do vi la vaquera
de la Finojosa.

En un verde prado
de rosas y flores,
guardando ganado
con otros pastores, 15
la vi tan graciosa
que apenas creyera
que fuese vaquera
de la Finojosa.

No creo las rosas 20
de la primavera
sean tan fermosas
ni de tal manera,
fablando sin glosa,
si antes supiera 25
de aquella vaquera
de la Finojosa.

No tanto mirara
su mucha beldad,
porque me dejara 30
en mi libertad.
Mas dije: «Donosa
(por saber quién era),
¿dónde es la vaquera
de la Finojosa?» 35

Bien como riendo,
dijo: «Bien vengades;
que ya bien entiendo
lo que demandades:
non es deseosa 40
de amar, nin lo espera,
aquesa vaquera
de la Finojosa.»

Lo malo es que esos síntomas de deseo fervoroso hacia la mujer del prójimo como que no son nada progresistas...

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