Asomarse al futuro es como hacer un bizcocho, primero hay que echarle huevos.
...luego, rallamos el presente como si fuera un limón, para que los días venideros nos alegren el paladar y el espíritu. De azúcar, como de cariño, dos medidas. Y no puede faltarnos el yogurt, la paciencia ni la harina.
El bizcocho, como la vida, requiere de una pizca de sal, para darle sabor a la rutina. Pero no podemos asomarnos al futuro sin la levadura, los proyectos de nuestras biografías. Ni poca ni mucha, la justa para que haya ilusión y suba.
… y cuando por fin metemos
el bizcocho, y el presente, en el horno, nos surge la duda: ¿qué habría
sucedido si hubiésemos elegido otro camino, o si le hubiese echado naranja en
vez de limón, o si…?
Cuando estás con el bizcocho en el horno, los “y si…” pueden chamuscarte el futuro, y el bizcocho.
Aquí puedes asomarte a tu futuro, pincha en esta página
http://conmilsabores.blogspot.com/2012/07/bizcocho-borracho.html
Manolo Martínez
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