Por cualquiera de los muchos senderos que van a Santiago pasan a diario tractores, ganado, personas que van y vienen de su trabajo, pero ese no es el camino, aún siendo el mismo recorrido.
El verdadero Camino a Santiago está en el corazón, o en la cabeza del caminante.
La tertulia “Comer, beber y hablar” hizo su particular Camino desde el restaurante Lolita Fusión. Pablo y Moi, una vez más, nos han abierto las puertas de su magnífico restaurante. Allí tuvo lugar la tertulia sobre el Camino de Santiago, entre buenos vinos y mejores tapas, entre la sempiterna sonrisa de Pablo y la profesionalidad de Moi, en un espacio gastronómico distinto, con una variada carta de exquisiteces con las que Pablo nos obliga a conocer Lolita Fusión si queremos disfrutar de uno de los mejores restaurantes de la provincia de Sevilla y referente de Carmona.
…pero lo más hermoso del Camino de Santiago desde el Lolita Fusión, es que cupimos todos, los creyentes y no creyentes. Cada uno hace lo hace atendiendo a su historia personal: una promesa, un desencuentro, la necesidad de soledad, perderse en la naturaleza durante una semana, conocer gente diversa, recargar nuestra espiritualidad o confirmar nuestras creencias religiosas.
Da igual, el camino escucha paciente y en silencio cualquier
causa, queja o necesidad, de ahí su excelente reputación y su imparable auge.
La tertulia del camino la abrió y alimentó Juan Luis Rodríguez, profesor del colegio público Cervantes, y que perteneciente al reducido grupo de sabios que no necesitan demasiado para vivir.
Amante de la naturaleza desde siempre, y desde que tuvo
noticias del camino, también de vocación peregrina, ha realizado tramos de casi
todos los caminos (francés, primitivo, de la Plata, del norte, inglés,
Finisterre y Muxia, y por último, este mismo verano Camino central portugués).
Juan Luís destripó en la tertulia con su discurso ameno y lleno de anécdotas, como fue el devenir de los caminos en todas las circunstancia posibles (solo, en familia, con amigos o con compañeros de trabajo). Habló del mayor tesoro que nos regala la ruta de Santiago y que es la gente que vas conociendo, desde los que lo comparten hasta quienes te acogen en los albergues.
Tuvimos la suerte de bautizar a tres nuevos tertulianos, que esperamos repitan: Luis de Ossorno, (ya tenemos un tertuliano en Valladolid), Juan Castañeda, profesores ambos y que habían compartido con Juan Luís el mismo Camino, y Juan Andrés Pino que ha empezado el Camino a Santiago desde la más hermosa forma, desde la puerta de su casa
Y tuvimos la fortuna de contar con la experiencia de un singular peregrino,
Manuel Bautista, que había realizado
recientemente una hermosa ruta a caballo en compañía de Antonio Luís Martín Prado, por una solidaria causa. Su relato del
camino y de las distintas circunstancias que le sobrevinieron al tener que
pensar primero en el sustento y cobijo de los caballos, nos dejó a todos
admirados por su enorme esfuerzo.
Igualmente mi amigo Juan José Benítez nos relató su camino, haciendo hincapié en el disfrute que supone el camino en solitario por la libertad que esta circunstancia te regala. Juan José es un enamorado del camino desde que en 2017 se bautizara como caminante, y no deja de proyectar volver a la ruta del santo.
En fin fue una noche de recuerdos, de compartir experiencias, de consejos, pero sobre todo fue, una vez más, la impagable y necesaria usanza de hacer de LA PALABRA nuestro punto de encuentro, nuestra mejor manera de socializarnos, de reencontrarnos en ese único camino que es la vida.
Comer, beber y
HABLAR, no hay mejor forma de surcar la noche de los miércoles en Carmona.
Manolo Martínez
No hay comentarios:
Publicar un comentario