Fotografía de Mariela Bascón
Bien por la Hermandad de Santiago de Carmona. Bien por hacer por fin lo que todos piensan y nadie lo intenta al menos. Este último Jueves Santo la Hermandad de Santiago ha tenido la coherencia de apostar por lo nuestro, nuestras bandas de música.
Ahora que tan de moda está lo de hacer patria, nada más razonable que empezar por nosotros mismos, y propiciar que nuestras hermandades arropen a nuestros músicos.
Hagamos patria así, dándole su sitio a lo nuestro.
Hacía muchos años que una hermandad de Carmona no le regalaba a su Cristo y a su Palio tambores y cornetas, oboes y tubas, saxos y clarinetes nacidos en Carmona, y eso es tan hermoso como necesario.
(En esta "revirá" se juntaron mi hijo Ángel y su tambor, mi hermano en la trabajadera, y mis recuerdos bajo ese palio, todo el mismo día que nació mi padre, un 18 de abril)
¿Quiénes mejor que los carmonenses para enaltecer a los carmonenses?
Por encima de lo “supuestamente mejor porque vienen de fuera”, está la humildad y paciencia de enriquecernos mutuamente, bandas y costaleros. Los mismos que posiblemente se reencontrarán por nuestras calles y tendrán una charla cofrade dónde sugerirán mejoras, y harán tertulia de ese añorado reencuentro de nuestros pasos con nuestras bandas.
El capataz de capataces, José María Jiménez (Matute), en su siempre equilibrado saber hacer; el hermano mayor de Santiago, Antonio Marín; la Banda de Música El Arrabal con su director Alexis Navarrete al frente, y la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora de Gracia con los hermanos Tomillero en el timón de la misma, han hecho posible que Carmona vuelva a reencontrarse cofrádemente. Hoy por ti, mañana por mí.
Enhorabuena
por esa decisión de contratar a los dos bandas de Carmona para la noche del
Jueves Santo. Santiago ha sido la primera en darse cuenta que la familia
cofrade debe tener a todos sus miembros juntos en su Semana Santa. Costaleros, músicos y hermandades deben
sentarse a comer en la misma mesa, a procesionar por las mismas calles, y
empezar a dejar claro que la Semana Santa de Carmona es, si se quiere,
autosuficiente. Nosotros colaboramos ilustrando este texto con una hermosísima foto de una artista carmonense, nuestra pintora Mariela Bascón, que ha sabido esperar para integrar en su instantánea a Sor Angela, a la Virgen de la Paciencia, el Convento de las Descalzas y la Banda de Música de El Arrabal.
Valoremos primero lo nuestro, tiempo hay de hacer turismo.
Manolo
Martínez
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