No es lo mismo el caló que la caló. El caló es masculino y es el que hace el paseíllo cualquier tarde de abril o mayo. Va y viene, indeciso, se instala en casa sin avisar y de idéntica manera se va. Es el aperitivo, el vete preparando, pero es amigo, se deja tutear. Incluso se le puede echar con una cerveza sin más.
Pero entonces llegan los trillizos, y sin epidural, junio, julio y agosto. No vienen con un pan debajo del brazo, traen a la caló. La caló viene y se queda. Es cabezota, maleducada y molesta a todas horas. No te deja trabajar, ni dormir, ni descansar.
La caló es arisca y remilgada, no quiere abrazos ni achuchones, sólo demanda una cama grande y que ni la rocen.
La Caló se alía con las mujeres, no las hace sudar. Duermen tapadas y sonríen al verte transpirar. Es un pacto térmico, una alianza siniestra: ellas y la caló. Nosotros llegamos al consenso con el caló, con una cervecita fría, una terraza y poco más, pero a la caló... , a la caló....ASTURIAS... PATRIA QUERIDA...QUIEN DURMIERA EN ASTURIAS... SIQUIERA HASTA LOS POLVORONEEESS...
Manolo Martínez
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