El pájaro de hierro es un regalo de los dioses. Consigue que viajemos a través del tiempo. En apenas una hora he retrocedido 6 ó 7 meses. He pasado de julio a noviembre o diciembre, de los 40º sevillanos a los veinte cántabros. Magia Borrás. En dos cigarros he pasado de oír el canto de las chicharras a punto de reventar, a escuchar el silencio húmedo, cuajado de hortensias moradas y blancas.
Las Anjanas son unas hadas buenas de pechos descomunales que hacen de guías por las calles empedradas de Santillana y te descubren el secreto de aquel bendito verano: allí el calor se lo tragó hace mucho tiempo un Ojáncanu, otro mito empadronado por estas tierras.
Un cura de larga sotana, el silencio, el olor a humedad, y dos velas custodian el féretro de Santa Juliana, mientras las voces de bronce de la Colegiata aderezan el sereno discurrir de peregrinos y guiris por Santillana.
Con el paseo descubro que toda esta belleza no es más que un decorado, y nosotros, efímeros habitantes. No se ven niños por las calles de esta fermosura, ni negocios que no estén vinculado al turismo.
Frente al silente y bello parque del Revolgo, está la única Farmacia del pueblo, regentada por Sonia, dueña a su vez del mejor lugar para pernoctar en tan bella ciudad, los APARTAMENTOS TARRIO. Aprovecho para enlazar la dirección de sus preciosos y bien cuidados apartamentos en mi página, en la columna de la derecha, en el apartado MIS LUGARES FAVORITOS, y de camino, mientras me recreo en el verde cántabro, lleno mi maleta de buenos recuerdos, y de fresquito, para cuando baje al Valle del Guadalquivir.
Las Anjanas son unas hadas buenas de pechos descomunales que hacen de guías por las calles empedradas de Santillana y te descubren el secreto de aquel bendito verano: allí el calor se lo tragó hace mucho tiempo un Ojáncanu, otro mito empadronado por estas tierras.
Un cura de larga sotana, el silencio, el olor a humedad, y dos velas custodian el féretro de Santa Juliana, mientras las voces de bronce de la Colegiata aderezan el sereno discurrir de peregrinos y guiris por Santillana.
Con el paseo descubro que toda esta belleza no es más que un decorado, y nosotros, efímeros habitantes. No se ven niños por las calles de esta fermosura, ni negocios que no estén vinculado al turismo.
Frente al silente y bello parque del Revolgo, está la única Farmacia del pueblo, regentada por Sonia, dueña a su vez del mejor lugar para pernoctar en tan bella ciudad, los APARTAMENTOS TARRIO. Aprovecho para enlazar la dirección de sus preciosos y bien cuidados apartamentos en mi página, en la columna de la derecha, en el apartado MIS LUGARES FAVORITOS, y de camino, mientras me recreo en el verde cántabro, lleno mi maleta de buenos recuerdos, y de fresquito, para cuando baje al Valle del Guadalquivir.
Saludos a Sonia y a su marido, por su verde amabilidad, espero volver pronto.