CARPE DIEM



Dentro de veinte años, lamentarás más las cosas que no hiciste, que las que sí hiciste. Así que, suelta amarras y abandona el puerto seguro. Atrapa los vientos en tus velas. Explora. Sueña. Descubre.


domingo, octubre 20, 2024

TERTULIA número 64 sobre LA MEDITACIÓN por VICKY GUTIÉRREZ


Este pasado viernes hemos celebrado la tertulia número 64 de “Comer, beber y hablar” dirigida por María Victoria Gutiérrez Ruiz, Vicky, Doctora en Ciencias Biológicas que conoció el mundo de la meditación haciendo su post doctorado en la Universidad de Córdoba. 

Comenzó a practicar la meditación en el año 2006. En 2013 se hizo profesora de Meditación y desde entonces ha dirigido e impartido clases en diferentes centros de Meditación en Carmona, Sevilla y Marchena. 

Nos reunimos en un lugar especial: “BUKS”, la nueva librería de Carmona, en la calle Real, que ha abierto José Manuel Camacho, a quién agradecemos, desde la tertulia, y en nombre de toda Carmona, que nos haya regalado algo tan imprescindible para el desarrollo cultural de un pueblo como una librería que, además, nos proporciona talleres de escritura, lectura y cuentacuentos, entre otras muchas actividades, riqueza al fin y al cabo.  


Durante casi dos horas, Vicky nos embelesó, como la excelente comunicadora que es, hablándonos de los diferentes aspectos de la MEDITACIÓN: el beneficio físico y emocional, la meditación y la enfermedad, los tipos de meditación… 

Hizo un profundo recorrido sobre esta disciplina oriental que millones de personas de todo el mundo practican a diario para, primero, CONOCERSE A SÍ MISMO, y luego, poner la atención, y nuestra energía, en el mejor lugar posible: nuestra consciencia. 

Con un discurso plagado de nombres, historias, técnicas, y un sinfín de ejemplos prácticos, que demostraban el profundo conocimiento que esta profesora tiene de la materia, propició además que todos cuántos la escuchábamos pudiésemos resolver nuestras dudas, reticencias, o posibles miedos para encontrarnos a nosotros mismos como la mejor, y única manera, de encontrar la serenidad, el temple, y esos momentos de plena felicidad a los que nos encamina la práctica de la meditación.  

Vicky nos informó de que, a partir de noviembre, volverá a impartir en Carmona clases de meditación. Os informaré a través de la tertulia en cuánto Vicky me pase horarios y el lugar dónde se llevará a cabo estas meditaciones. 


No puedo dejar de dar las gracias a Jesús Almendro que nos regaló la memoria de la tertulia con las fotografías que ilustran este texto. 


Y gracias, por supuesto, a Vicky, por tener la generosidad de ofrecernos una herramienta , hoy más que nunca, necesaria, para llevar una vida plena, tranquila y feliz. 

Manolo Martínez

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sábado, octubre 19, 2024

LLUEVE


Llueve. 

Las primeras gotas taconean sobre los cristales y suenan como una risa nerviosa que nos anuncia lo que se avecina. 

El chubasco maleducado va escupiendo charcos por las calles para que los niños salten y pongan de los nervios a sus madres. 

Un chiquillo se asoma a uno de esos charcos en Dolores Quintanilla, empeñándose en sacar de su fondo una luna llena allí caída. Coge el agua a puñados, hasta que su madre, sonriente, le levanta la carita y le señala en el cielo el satélite azul, para que compruebe que la verdadera, aún sigue allí arriba colgada. 

La naturaleza ya no logra sorprendernos con lluvias inesperadas porque ahora una bruja, llamada internet, ha propiciado que la gente ya no mire al cielo para ver si va a llover, ahora mira los móviles. 

Hoy, uno se planta delante de esa bola de cristal plana y sin necesidad de cubrirse la cabeza con un pañuelo de zíngara repleto de medallitas, procede al conjuro que te abrirá las puertas del futuro pluviométrico. 

Tecleando 37,28 y – 5,38, estamos introduciendo en la caldera humeante de los designios celestes, el ojo de sapo y la quinta pata de una araña virgen. A continuación pulsamos intro y ahí está: Mariano Medina forever, con su carita de amo del calabozo y su puntero paseándose por la pizarra. 

Nos dice al oído con una gráfica de columnas de colorverdepradoasturiasdondepastanlasmejoresvacas, que nos avisan, y sugieren, que entre las 18 horas y las 21 horas, quitemos las ropa del tendedero y saquemos las gitanillas al patio.  Que pongamos el barreño para proveernos de agua sin cal para la plancha, y que quitemos al canario de la terraza si queremos que siga siendo canario y no una bolita de pin-pon muda y emplumada. 

Lo que nadie desmiente es que nunca llueve a gusto de todos, y es por esto que, el agua que maldice el nazareno es la misma que también gestiona el ánimo del agricultor. 

Manolo Martínez

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domingo, octubre 13, 2024

EL OMBLIGO DEL MUNDO (O UNA VIDA GENIAL)


Todos hemos pretendido ser el obligo del mundo en algún momento de nuestras vidas, es normal.

Cuando nacemos, el llanto nos erige en ese ombligo. Todos deben estar pendiente nuestra, o lloramos.

Ya de niños, seguimos queriendo que el mundo gire a nuestro alrededor, y a golpe de rabietas conseguimos otro tanto importante de nuestras aspiraciones. En la adolescencia nos creemos dioses inmortales, todo lo tenemos a golpe de intro, o nos frustramos. 

Hay que llamar la atención con 16 años como sea, y esto es así desde los tiempos de Poncio Pilatos. Ahora bien el problema real viene cuando no sabemos dónde poner el finiquito a esa absurdo  anhelo de ser el ombligo del mundo. 

Hay quienes no se resignan a pasar el relevo a otras prioridades: las responsabilidades del adulto. Se les va la vida persiguiendo ese inexistente trono, ese querer a toda costa ser el centro de todas las miradas, dejándose por el camino la hermosura del día a día, de la bella rutina. Uffff....deber ser agotador.

Es cierto, todos queremos una vida genial, pero, como cantaba John Lennon: "La vida es aquello que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes"

Esta canción me la recomendó hace años una persona a la que quiero mucho, y admiro más, y que es todo lo contrario a lo que digo en este texto.

Manolo Martínez

sábado, octubre 12, 2024

ANTIÉ


Parece que fue antié, pero hace ya una pechá de años que mi agüela me prevenía con no arrimarme a esa o aquella muchacha por ser ligera de cascos. 

Noniná, po mejó, agüela. Las otras, las güenas, no querían nunca subí al soberao, decían que había muchos bichos. ¿Bichos…?, pero si yo le gastaba a mi madre el fli, matando moscas y hormigas. 

Claro, que luego, me tocaba a mí, ir ancá la papocha, (entonces todavía no había colomatos).Llegando las calores, mi madre se ponía el bambo fresquito, y ya no salía a ningún sitio. 

Dancá la papocha, que era como ercorteinglé, pero sin escaleras mecánicas, yo le traía el fli, arcausiles pal guiso, casera blanca, azafrán, y cuarto y mitá de chope. Luego, yo hacía el camino de vuelta, pisando una raya mú daleá, que había trazado con tiza, desde la puerta de mi casa a la de la tienda. Hechos los mandaos, a la calle hasta la noche. 

Con una pelota emprestá, me convertía en la pesadilla de los vecinos siesteros. Esquivé muchas mascás, otras, me las tragué, y más de una vez llegaba llorando a casa, tó guarnío, dónde, mi madre, me aliviaba dándome otra guantá, por haber molestao. 

Igual que hoy, que se quieren comer las madres a los maestros, así nos va. Al caer la tarde, mamá me escamondaba, y me ponía puchero todas las noches, ella decía que para que embarneciera, que con los años me enteré que era engordar. Hoy mi mujé me quita el puchero para que no embarnezca más. A ver quien entiende esto. 

Contó y con eso, de los arcausiles, de los escamondaos, de los pucheros, y de las mascás, deberían, un poné, inventar, argún día, una indición que no duela mucho, y que te la ponen y te metes en un güjero, de esos que viajas por el tiempo.

(A que ustedes lo han entendio tó...entonces, ¿porqué dicen que hablamos tan mal ?)

sábado, octubre 05, 2024

EL AÑO QUE TRAVOLTA VINO A LA ALAMEDA de CARMONA


Verano de 1979:

"John Travolta y Olivia Newton-John acaban de llegar a Carmona. Estarán entre nosotros 4 noches. Ambos se alojarán en la pantalla del  cine de  verano Rialto, al final de la Alameda.

Sobre la tierra recién regada cuatro pares de piernas se acompasan, dejando a su paso un reguero de cáscaras de pipas que nos marcaban el camino de vuelta. 

¡Luz roja¡ Se acaban las pipas, la gasolina del paseo. ¿Dónde las manos metemos? Una intercambia moneda y helado en el centro geográfico de la Alameda, el puesto de helados de Los Valencianos. Otra rebusca alguna pipa escaqueada entre el mechero, las monedas y las pelusas de la lavadora. 

 Allí están. ¿Vas tú o voy yo? (La pregunta era un simple adorno, siempre iba Migué, el caradura oficial. Y siempre el mismo y austero argumento): 

 ¿Tenéis fuego?

 No, ninguna fumamos.

Al wano. Deshechas en un segundo mil y una consideraciones previas al encuentro. Tres risitas cobardes de amigos insolidarios. 

 ¿Qué te han dicho, Migué? (Más risitas) 

 Bueno, ¿qué hacemos? ¿Vamos al cine de verano, a ver “Grease“  por tercera vez, o nos tomamos la última en Gamero?

Gamero, alpha y omega del paseo, punto de encuentro. Antonio recita por enésima vez la lista de los reyes godos en tapas:

 Pez de espada, carrillá, hígado a la plancha, huevos a la bechamel,  calamares… 

Tras una profunda meditación , el esperado consenso culinario: 

- Cuatro pez de espadas, Antonio, con sus respectivas espumosas.

 …y mañana, Miguelito, apaga el cigarro antes de pedirles fuego a las muchachas.

(Con las risas pulverizamos pez de espada y Cruzcampo a la vez). 

Dice la canción que veinte años no son nada, ¿quién sería el talento que la escribió?

     Manolo Martínez

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domingo, septiembre 29, 2024

ABRE SUS PUERTAS EL QUE SERÁ EL MEJOR BAR DE CARMONA


Dentro de muy poco tiempo abrirá sus puertas un nuevo bar en Carmona. 

Será, con toda seguridad, el mejor bar de la ciudad. Tapas distintas, una carta de vinos impresionante y una puesta en escena fuera de lo habitual. 

Llevo publicando lo que escribo hace veinticinco años (en un periódico local, en un blog y en otros espacios como las redes sociales o concursos literarios en los que me han premiado, más por suerte que por atino) .

Tenía que buscar una afición barata. No tuve en mi adolescencia dinero para escopeta y perro, ni para caña de pescar y sedal, y la verdad, tampoco me atrajeron nunca esos apegos. Un bolígrafo es, primero, barato, y luego cómodo. No tengo que moverme de mi casa, ni siquiera ponerme el chándal para ejercer mi devoción. 

Nada de esto viene a cuento de lo que realmente quiero confesarles a ustedes, y es que, después de tantos años casando letras sin más intención que la de divertirme, he comprobado una y otra vez, con más pena que alegría, que de todas las tonterías que llevo escritas en estos veinte años, las que más repercusión tuvieron, y de largo, fueron las que hacían alusión a los bares (que dicho sea de paso, me parecen espacios sagrados).

Pero no digo ninguna mentira si les confío que si lo que escribía no estaba relacionado con ninguna taberna, apenas lo leía media docena de amigos, y las redes me devolvían una triste captura (dos ME GUSTA, un ME ENCANTA y CERO VECES COMPARTIDO).

Quizás no sea muy inteligente tirar piedras a mi propio tejado, pero tocaba. Hoy he querido "pescar" posibles lectores con el mejor cebo que hasta ahora he tenido, un bar, el mejor bar de Carmona. 

Pensé: "anda...si les voy abriendo el apetito con una maravillosa estampa tabernaria y luego les hago la cama diciéndoles que abrirá sus puertas en Carmona, como mínimo se pararán a leer el primer párrafo".

Pues lo siento, os he engañado, estafado y mentido. Pero no os voy a pedir disculpas. Pídanmelas ustedes a mí, porque ya es triste que sin cervezas no haya lecturas. Aprendida la lección, cuando organicé las tertulias "Comer, beber y hablar", tenía claro que tenía que ser en los bares, con birras y tapitas. Hablar ya hablaríamos de lo que fuera. Lo siento, no hay bar nuevo. 


Manolo Martínez

          

sábado, septiembre 28, 2024

IRENE REYES-NOGUEROL y la Tertulia “COMER, BEBER Y HABLAR” en el “JARDÍN DE HEBE”

La escritora Irene Reyes-Noguerol presentó su tercer libro “Alcaravea” en la tertulia número 63 de  “Comer, beber y hablar”.


El pasado miércoles nos reunimos más de cuarenta personas en “El Jardín de Hebe”, gracias a la generosidad de Víctor Rodríguez, que puso a nuestra disposición uno de los mejores salones de Carmona para cualquier tipo de celebración.

Durante casi dos horas Irene nos embelesó hablando de su literatura (con letras mayúsculas) como avala la revista Granta que la eligió como una de los mejores cincuenta escritores en lengua española.

Locuaz, con un discurso que denotaba su riqueza intelectual, esta jovencísima escritora se esconde tras una imagen romántica y una infinita sonrisa que nos sedujo a cuántos tuvimos la suerte de escucharla.


Cada relato es una pequeña obra maestra en la que la autora no acaba de desnudar totalmente el argumento, dejando que nos sumerjamos en un exquisito trampantojo literario.

Ya puedes comprar “Alcaravea”, un libro lleno de deliciosos relatos en los que Irene escribe sobre las emociones, y la vida, a través de personajes tan geniales como Van Gogh, o tan anónimos como su bisabuela Paca. Historias que no dejan indiferente a ningún lector y que han recibido las mejores críticas de la prensa especializada.

En la tertulia estuvieron, además de los padres de Irene, absolutamente encantadores, el Director de la Casa de la Cultura de Carmona, Carlos Álvarez Molina y la Directora de la Biblioteca de Carmona, María de los Ángeles Piñero.

Asimismo se bautizaron como tertulianos Manuel Torreglosa, mis amigos Antonio Manuel Bautista y Maria Luísa, Isabel y Montse que vinieron desde Lora del Río, y un buen puñado de enamorados de la literatura que disfrutaron de cada reflexión de la escritora sevillana. 


Gracias Irene, en nombre de la tertulia “Comer, beber y hablar”, y vuelve pronto, por favor.


Irene firmando ejemplares de su libro "Alcaravea"


La escritora departiendo tras la firma con la tertuliana, y entusiasmada lectora de "Alcaravea",
María del Carmen Molina

(Gracias a Jesús Almendro que nos regaló este maravilloso reportaje fotográfico que nos sirve de memoria de esta tertulia que entra en su octavo año de vida)

Manolo Martínez

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domingo, septiembre 22, 2024

YA NO SE HACEN MESAS COMO LAS DE ANTES

Ya no hacen mesas como las de antes. En aquellas camillas liaban nuestras abuelas las albóndigas y las "cocretas", luego, nos sentábamos en media docena de sillas de enea y comíamos en ellas mientras los mayores contaban las cosas del barrio. 

Cuando recogían la mesa, las madres estiraban una mantita y ya tenían la tabla de la plancha. Y a planchar, hasta las cinco. A esa hora regresábamos del colegio, echábamos la manta a un lado y hacíamos los deberes en la misma mesa, después de merendar una papocha.


Luego, el cine y los carteros que llaman dos veces, nos revelaron como aprovechar las mismas mesas dónde comíamos, planchábamos o hacíamos los deberes, para otros menesteres más lujuriosos, y erre que erre, y... oyoyoy... , esas cosas ya no deben verla los niños... apaga la tele concho, y vámonos a la cama. A dormir, a la cama a dormir.

Manolo Martínez

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sábado, septiembre 21, 2024

LA VOZ DE SU AMO

Hace “mil años” que un puñado de amigos interpretábamos obras de teatro a beneficio de la Cabalgata de Reyes. La imagen corresponde a la representación, en el siglo pasado, de “La voz de su amo”, de los Álvarez Quintero. 

En la fotografía que acompaña a este texto aparecemos, de izquierda a derecha: 

Manolo Martínez, uséase, un servidor, que intentaba ser creíble en el noble oficio de actuar, pero no tenía madera, o eso me dijo el por aquellos años cura de Santa María, quién me aconsejó dedicarme a otras briegas.

Mercedes Ávila, prima del anterior. 

María de Gracia Prieto, actriz de los pies a la cabeza y graciosa a más no poder. 

Juan Manuel Jiménez “Macedo”, alma mater y director de aquel grupo de teatro, e hijo de Manolito Macedo, el que daba los números en el médico y un artista que ya tiene su calle en Carmona. 

María de Gracia Flores, maravillosa persona, y versátil actriz, que nos dejó demasiado pronto. 

Fran, compañero de clase y buena persona. 

José María Jiménez “Matute”, desternillante en sus representaciones. Hoy capataz referente de la Semana Santa de Carmona, y amigo de siempre. 

José María López, que ha vuelto a las tablas tras jubilarse como profesor, y que es un “LópezVázquez”, un actorazo, y otro amigo de toda la vida. 

Antonio “El Porrita”, el mejor y más salamero tendero que ha tenido Carmona, y güena gente. 

Julián, el Juli "pa" los amigos. Tenía la letra más bonita del Instituto Maese Rodrigo y fue un futbolista de nivel. Gracioso y nervioso. 

Así pasábamos entonces las horas muertas los jóvenes de los ochenta: utilizando esa circunstancia maravillosa, hoy demonizada injustamente, que es el aburrimiento, y que entonces empleábamos para idear, inventar, curiosear las posibilidades que nos ofrece la vida, en definitiva, hacer cosas. 

            Manolo Martínez

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sábado, septiembre 14, 2024

LA MÁQUINA "BORRA-RECUERDOS"

La puta máquina "borrarecuerdos" ha derribado en unos minutos el “Ventorrillo del Rana”, aquel minibar por el que pasamos generaciones de estudiantes del Instituto de Bachillerato “Maese Rodrigo”.

Mirando esa desolación, a uno le pega un pellizco el estómago, lugar, según Platón, que linda con una de las partes del alma, de  ahí que se desboquen en él muchas de nuestras emociones. 

Aquel maravilloso espacio era nuestro “Oráculo de Delfos”, al que acudíamos para que Antonio, el Rana, nos guiara, encaramado en un poyete que le permitía controlar media feria, sobre las cosas de la vida. 

Entonces, cuando uno tenía quince años, las cosas de la vida se ceñían a la muchacha que a uno le gustaba, con el inconveniente de que, la muy tonta, se había fijado en el más vaina de la clase, y ahí “entraba” la sabiduría del rana cuando, tras el cigarrito a cuenta, te aliviaba el día asegurándote: 

 Martínez, pero si tú vales más que ese gilipollas. Está con él para darte celos”.  

¡Ay…bendito Antonio! Faltábamos a la clase de Filosofía para escucharte a ti, porque ni Platón ni Aristóteles conocían nuestros problemas como el Rana. Tú sí que nos entendías, y sobre todo, nos fiabas. 

En fin…otro “Cinema Paradiso” menos. Ahora, cada vez que entremos a comprar toallitas o salchichas, le diremos a nuestros jóvenes: 

 “Mira, aquí estaba “El Rana”, y ellos nos miraran, si es que sacan los ojos del móvil, para preguntarnos:

   ¿El Rana? 

(Gracias a José Antonio Molina,

 autor de las fotografía y del acertado título de este texto).

            Manolo Martínez

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jueves, septiembre 12, 2024

LA ALGOFIFA

Cada vez que escucho a los jóvenes quejarse por retirar de la mesa el plato en el que han comido, hacer su cama, o plancharse una camisa, me acuerdo de aquellas mujeres que tenían que limpiar con algofifas. 

Se arrodillaban en el suelo para pasar aquel trapo, la algofifa, previamente mojado en un cubo de agua con jabón, luego lo exprimían y volvían a pasarlo, empujaban el cubo hasta el siguiente trozo o escalón y vuelta a empezar. Si los suelos eran de barro, se dejaban allí las manos desgastando el jodido trapo sobre los ladrillos para que saliera la roña. 

Muchas mujeres que tuvieron que criar solas a sus retoños, sacaron sus casas adelante a fuerza de pasar la algofifa. Mujeres valientes que tuvieron el coraje de alimentar y darles estudios a sus hijos dejándose las rodillas, y las manos, limpiando con aquel harapo. 

No son pocos los profesionales (médicos, abogados, arquitectos, profesores...) que sacaron sus carreras gracias a la algofifa con la que sus madres echaron todas las horas del mundo limpiando casas y escaleras. Mi homenaje a ellas, pero sobre todo, a Manuel Jalón, aquel santo varón que inventó la fregona para que hoy no tengamos, ni hombres ni mujeres, que arrodillarnos para limpiar.

Manolo Martínez

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lunes, septiembre 09, 2024

AQUÍ ESTABA EL MÉDICO, Y AHÍ EL MOLI, Y ALLÍ...


Recuerdo que cuando mi padre me llevaba de la mano, a cualquier sitio, me iba recitando lo que había antes en cada lugar por el que pasábamos: 

“Mira, aquí estaba el Molino de Gómez, y ahí tenía mi abuelo un campo, y allí…” 

Nos hacemos viejos cuando tenemos más pasado que futuro, y todo el mundo habla de lo que más tiene. 

Por eso ahora, cuando paseo por el pueblo en estos días de la Novena, si llevo a alguno de mis hijos al lado, no puedo dejar de rebosarles con mis nostalgias: 

“Mira, aquí estaba “Veintiocho”, el zapatero. Aquí venía yo a recogerle los botos del abuelo Pepe”. 

Y el niño dice que sí con la cabeza, pero con los ojos clavados en el móvil. 

 “…y aquí, en Castaño, dónde anoche nos tomamos las tapitas, estaba la tienda de Mariano Fernández”. 

Uno lo cuenta como si lo estuviera viendo, y una suave brisa te recorre el espíritu porque, como dijo Rilke, la infancia es la verdadera patria del hombre. 

 “Mira, mira… aquí me traía mi madre a don Manuel Márquez, el médico, les insisto por enésima vez al pasar por la Heladería de los Valencianos. 

 “…y allí enfrente, el Moli, hacía las mejores papas fritas de Carmona”. 

En los años setenta había tiempo para todo, no como ahora que no sólo hay tiempo para mirar el móvil. 

 “…sí, papá…sí papá…”. 

Uno les mira de soslayo, y sigue la retahíla de recuerdos, pero ahora sin pronunciarlos, para uno mismo, para no molestarles en sus conversaciones por “chat” 

 “…allí te compraba yo las chuches, en el kiosco de Macías, y mi padre me las compraba más allá, en el puesto de pipas del Arrecío, y mi madre, cuando me traía al médico compraba ancá Juanito Barrera…” 

 “Papá…papá…, ¿por qué te has callao? 

Me pregunta el niño mientras uno busca en el pantalón un pañuelo de tela para disimular la humedad de los ojos, sin acordarse uno, de que el tiempo de los pañuelos de telas también pasó ya.

Manolo Martínez

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sábado, septiembre 07, 2024

LA PLAZA DE ARRIBA REJUVENECIDA, TRAS SU IMPRESCINDIBLE RESTAURACIÓN

Como podemos disfrutar en estas maravillosas fotografías de José María Montero, volvemos a recuperar nuestra Plaza de Arriba. Para ello se ha trabajado desde antes que amaneciera hasta que el sol estaba en todo lo alto, y todo para volver a tenerla en el mejor momento posible, a orillas de la Novena, cuando cada septiembre los carmonenses acudimos a ella con la misma querencia que los pollitos buscan a la gallina para cobijarse. 

 Y este año más si cabe, porque se ha puesto la plaza más guapa que nunca. 

Se le ha hecho un vestido nuevo para estrenarlo en sus fiestas, como hacían las mocitas de antes. Y se ha quitado los tacones, para que los abuelos, y los niños, puedan entrar en ella sin tropezarse. 

Todo vuelve a estar en su sitio: la gente le canta la Salve a su Virgen de Gracia y luego se compra el moñito antes de volver a esa playa única que tiene Carmona, una playa redonda y sin arena, dónde pasean nuestros mayores y juegan nuestros niños. 

Esa playa en la que Carmona agradece a la vida estar viva de la mejor forma posible, mientras “Come, bebe y habla” a orillas del Goya, Antonio, Casa Paco, Bodega José María, Mingalario, San Fernando, la Chicotá o el Tabanco. 

Durante nueve lunas la plaza nos abre sus alas llenas de bombillas amarillas, para que nos reencontremos con los amigos, mientras hilvanamos, con cuidado, las vacaciones con la vuelta al trabajo, no vaya a ser que se nos descosan las venturas por tan poca cosa. 

Seamos felices en el mejor pueblo del mundo, Carmona. 


(Gracias a José María Montero, autor de estas bellísimas imágenes. José María es un amante de la fotografía que equivocó su profesión, porque podría haber comido perfectamente del arte).

Manolo Martínez
Tertulia "Comer, beber y hablar"

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