CARPE DIEM



Dentro de veinte años, lamentarás más las cosas que no hiciste, que las que sí hiciste. Así que, suelta amarras y abandona el puerto seguro. Atrapa los vientos en tus velas. Explora. Sueña. Descubre.


viernes, marzo 16, 2018

(E) LECCIONES VITALES



A estas alturas de la vida uno empieza a tener claras algunas cosas: Una, que cada vez son menos las cosas que se tienen claras. Otra, que esas pocas cosas, están no claras, sino clarísimas.

Mi padre, como hombre bueno que siempre fue, me enseñó a perdonar. La vida, como vida que es, me adiestró en mandar a la mierda”. Yo, unas veces le hago caso a mi padre, y otras obedezco a la vida. Cuando acato la lección de mi padre la paz me inunda. Amig@, pero cuando me rindo a la escuela de la vida, siento un subidón que para qué les voy a contar.
Las dos opciones son válidas para sobrevivir. La cuestión es cuando proceder de una forma o actuar de la otra.

Mierda es el resultado del proceso digestivo, y se refiere a los deshechos fecales de un organismo vivo, normalmente expulsados del cuerpo por el ano.

Coño, más claro...ya sé con quienes transigir y hacerle caso a mi padre, y con quienes hacer "la digestión"...qué alivio.

jueves, marzo 15, 2018

Juan Ignacio Caballos sentó cátedra en "Comer, beber y hablar"


"Comer, beber y hablar" ha tenido la suerte de contar con la presencia de Juan Ignacio Caballos Gutiérrez, doctor en Medicina que dirige desde hace muchos dos centros de acupuntura de reconocido prestigio.                                       




A pesar de que una noche lluviosa y desapacible nos puso una zancadilla a los tertulianos, el poder de convocatoria de Juan Ignacio le ganó el pulso, reuniendo a un generoso número de personas alrededor de una mesa en el acogedor Molino de la Romera. Fueron muchas las caras nuevas que compartieron tertulia, lo que se convierte en el mejor termómetro para delatarnos que "Comer, beber y hablar" respira, está viva.

A lo largo de más de una hora, Juan Ignacio hizo un recorrido por el mundo de la Acupuntura, desde sus orígenes hasta la actual aceptación por el mundo Occidental primero, y el sistema sanitario después. Su amplio bagaje como médico-acupuntor le da autoridad  y sobrada credibilidad para sembrar su discurso de evidencias, de resultados, de pacientes que vuelven a confiar en él, tras más de treinta años al servicio de la Medicina.
Escuchar hablar a Juan Ignacio es un lujo, porque su oratoria es tan instructiva como amena. Anoche sembró la tertulia de sentido común, de testimonios que refrendaban la acupuntura como una opción más que válida para el tratamiento de múltiples dolencias: cefaleas, insomnio, depresión, obesidad, estrés, lumbalgias...

Además, Juan Ignacio tiene la habilidad de propiciar la tertulia. A pesar de su generoso verbo, te escucha, te invita a la reflexión, a la pregunta, a la conversación. Hubiera sido, tras su voz radiofónica un gran profesional de la comunicación.




Ayer bautizamos como tertulianos al doctor Juan Calvo y su esposa, Maria de Gracia Guisado, así como a Juan José Alarcón, Carlos, Isabel Ortiz, Vicente Muela, María de Gracia Carrera, María de los Ángeles, Mari Carmen...en fin, un buen puñado de nuevos tertulianos que enriquecieron nuestra charla.


La próxima tertulia será la número 14, y no ha habido ni una sola en la que no haya habido nuevas caras, personas que se han acercado por primera vez al Molino de la Romera para compartir nuestra tertulia. Es un dato a tener en cuenta, puesto que considero indispensable que actividades de este tipo se nutran de dos caudales fijos. Uno, una base mínima de personas fijas que repiten tertulia tras tertulia, y dos, la irreemplazable sabia nueva que entra con sugerencias novedosas, con opiniones distintas, con ganas de renovar los temas tratados y las perspectivas con que los afrontamos. Gracias a los unos y a los otros, y a Juan Ignacio Caballos, lo dicho, un honor para nuestra tertulia, a la que esperamos no tarde en volver.













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