CARPE DIEM



Dentro de veinte años, lamentarás más las cosas que no hiciste, que las que sí hiciste. Así que, suelta amarras y abandona el puerto seguro. Atrapa los vientos en tus velas. Explora. Sueña. Descubre.


viernes, mayo 16, 2025

¡ QUE ASCO DE FERIA !

 ¡Que asco de feria!, dicen quiénes no entiende que nos guste meternos cuatro días en un sitio con menos metros cuadrados kun piso de estudiantes, y compartirlo con cien más. 

Cien zopencos que comemos y bebemos al mismo tiempo, que bailamos y tocamos las palmas mientras hablamos a voces sin entendernos. 

¡Que asco de feria!, que te obliga a elegir entre mens sana o corpore sano, a sabiendas de que una mens sana necesita gambas a tutiplén regadas por manzanilla, y que un corpore sano requiere ausencia del tutiplén y beber a buchito envé de a tragantá. 

¡Que asco de feria! nos repiten quienes no dejan que su corazón bombee Tío Pepe o la Guita mientras escuchan al Pali, quiénes no saben reírse de la vida antes de que la vida se ría de ellos. 

¡Que asco de Feria! escupen quiénes no son capaces de embotellar la alegría, ni aprendieron a emplatar cuatro días para que parezcan un bufé. ¡Viva la Feria!

Manolo Martínez

Hazte seguidor, aquí abajo, de mi Tertulia "COMER, BEBER y HABLAR"

https://www.facebook.com/Comer-Beber-y-Hablar-1630331003941651

domingo, mayo 11, 2025

EL ESBARATABAILES



El nota se echaba tanto pachuli que podíamos saber por dónde andaba con solo salir de la caseta y olisquear el aire como los perros.

— Está en Los Tranquilotes —auguraba Pepito, que es el que menos lo tragaba. 

Entonces empezábamos la huída en sentido contrario al de la caseta en la que olíamos/pensábamos que podía estar.

— Aquí no dará con nosotros — decíamos mientras achuchábamos al tercio de niñas que roneábamos para perdernos entre la bulla. 

El esbaratabailes se nos pegaba todas las ferias. Nunca pedía, pero siempre tenía un catavinos vacío en la mano que acercaba al primero que veía con media de manzanilla.

¡Que gañote tenía el hijopu!

Pero ninguno de sus descaros nos importaban realmente. Lo que no podíamos perdonarle era lo guapo que era el cabrón, o eso decía la media docena de pollitas que se le pegaban en cuánto aparecía. Desde ese instante no había nadie más allí.

Si querías acercarte a las flamencas que le cortejaban, tenías que entrarles con una ración de adobo, o media botella de la Guita, mientras pregonabas:

—¿Alguien quiere?

A lo que el esbaratabailes contestaba echando al lado con el codo a las pollitas, y arrimando el vaso vacío de manzanilla, mientras ensartaba con un palillo de madera, que tenía en la otra mano, el adobo más doraíto. 

Aquel bebecharcos no solo era guapo, sino que bailaba las sevillanas como Antonio Canales. Nuestras pretendidas hacían cola para cabriolear con él. 

¡Que ferias nos dió aquel pichabrava!, aquel mindundi relamido con fijata. 

Parece que lo estoy viendo cuando, en cada cruce de la cuarta sevillana, nunca miraba a su pareja, nos miraba a nosotros, cuatro panolis con las manos atestadas de raciones, jarras de cerveza y servilletas, para que no le faltara de nada al cagalindes.

Jaceyá cuarenta años de aquella ignominia, pero todavía, cuando me cruzo al robaperas por la calle, se me arruga la frente y me pega un bocao el estómago, y eso que ya no tiene dónde ponerse el fijata y tiene una barriga así de grande. La madre que me.

                        Manolo Martínez

Hazte seguidor, aquí abajo, de mi Tertulia "COMER, BEBER y HABLAR"

sábado, mayo 10, 2025

LA FERIA YA ES DE NUESTROS HIJOS


Mientras veo a mis hijos tomarse una cerveza durante la feria,

noto como se alejan, aunque no salgan de la caseta.

 

Pero, cuando son ellos los que me miran a mí,

con sus bigotes de espuma blanca,

están viendo, sin saberlo, a mi padre.

 

Los mismos miedos, idénticos reproches,

la misma forma de estrujar el limón

para regar los calamares;

y la misma manera de recoger el billete que les doy,

hecho un gurruño, para que no les viera su madre.

 

Es ley de vida, me dicen los amigos, con los años…,

Entonces me veo, hace cuarenta mayos, cometiendo el mismo pecado.

 

Para disimular que la emoción me aprieta más que el nudo de la corbata,

me salgo al patio de la caseta, y lleno los pulmones de aire,

mientras compruebo que allí fuera sigue estando la feria,

y la vida, a la que uno quisiera salir

para volver a llevarlos de nuevo a los cacharritos,

  …antes de que quiten los cacharritos.

 Manolo Martínez

Hazte seguidor, aquí abajo, de mi Tertulia "COMER, BEBER y HABLAR"

https://www.facebook.com/Comer-Beber-y-Hablar-1630331003941651

sábado, mayo 03, 2025

LA ALBERCA

Cuando paso por la calle “El caño” me quedo en modo quieto/parao al llegar a la otrora taberna de “La Alberca”. 

Miro a un lado, miro al otro, y si no viene nadie, pego la oreja a la puerta, por si escucho al pasado. 

Y sí, aún se puede oír el bendito jaleo de aquella antigua taberna. 


Una voz recorre la barra pidiendo “dos cacharros con chochitos”, y otra reclama una caña con “jamón der caná”. 

En el patio, un ganapán tira de la soga hasta sacar, del fondo del pozo, un cubo de lata del que coge el agua a puñados y se la echa a la cara, intentando acallar los diez chatos de vino cagalón, que casi le cierra los ojos, y los cuarenta grados que pregonan las chicharras. 

Bajo la morera, un puñado de parroquianos le parten la boca a reyes, sotas y caballos, estrellándolos contra las mesas de hierro, mientras ganan o pierden la convidá jugando a la ronda. 

Cervezas, papas fritas y chochitos, era el menú del día en aquel templo etílico en el que convivíamos durante el verano: jubilaos, paraos, estudiantes ociosos de bachillerato y algún ganapán. 

Manolo Martínez

Hazte seguidor, aquí abajo, de mi Tertulia "COMER, BEBER y HABLAR"

https://www.facebook.com/Comer-Beber-y-Hablar-1630331003941651

jueves, mayo 01, 2025

EL APAGÓN


 Me cago en dié que lo vamos a conocé tó: 

los teletubbies, el tsumani, el coronavirus, el volcán de la Palma, los TrumPutin…, y el apagón. ¿Qué nos queda? 

No por Dios…, eso no. Prefiero acercarme andando dónde Cristo dió las tres voces. 

El día del apagón sólo llevaba una cosa en la cabeza cuando acabé la peoná: comerme el helao que quedaba en el federico (como decía Miliki) antes de que se derritiese. 

Con la vainilla cayéndome por la comisura de los labios puse los cubiertos en la mesa: cuchara, tenedor, cuchillo y el móvil. No sé para qué puse éste último, porque el “hijoputa” llevaba sin hablarme desde las 12,33. 

Pasé lo que no está en los escritos porque no sabía cómo comunicarme con el mundo. Estuve apampláo casi tres horas, hasta que decidí ponerme a escribir cartas, aquellas cosas que se hacía en la prehistoria para saber de tus seres queridos. La primera se la escribiría a mi mujer.

Cuando rebuscaba en mi escritorio papel y boli, escuché detrás mía: 

— ¿Qué buscas, cariño?

— Algo para escribirte una carta —le dije con naturalidad a la que se casó conmigo.

— ¿Una carta? ¿A mí? El móvil ta dejao "listo de papeles". 

Entonces me di cuenta de que había personas conmigo: mis hijos, mi mujer, los vecinos…, en fin, humanos, como yo, a las que no veía por culpa del “puto amo”: er móvi. 

¡Ay…, que tiempos aquellos en que la gente se desplazaba en burro, se comunicaba en cualquier bujío, alicatándose con chatos de vino, o por cartas, que leían por la noche a luz de una vela! ¿Os acordáis? 

“Espero que os encontréis bien al resibo de la presente, aquí todo bien, a Dios grasia.” 

Postdata: “Ya ha venío la lú. ¿A que no hay cojones de llevarnos tós un mes con velas y darles un escarmiento en el bolsillo, que es dónde les duele?. 

 Manolo Martínez

Hazte seguidor, aquí abajo, de mi Tertulia "COMER, BEBER y HABLAR"

domingo, abril 27, 2025

LA IMPORTANCIA DE LAS COSAS

La importancia de las cosas no la determina la propia cosa, sino la circunstancia. Es la magia de la edad, la cándida inocencia y el porqué de lo que hacemos, lo que realmente mide el valor del acto. 

¿Hay algo más importante que hacer un círculo con los dedos índice y pulgar y buscar el sitio exacto por el que pase el chorro de agua que sale del grifo sin que nos salpique una sola gota de agua? 

Pues no cuando eres un niño y estás atrincherado en el cuarto de baño esperando a que se le pase a tu madre el cabreo por una trastada que acabas de hacer. 

¿Y qué intenta ver el niño que mira a través de los rollos de papel higiénico? Un adulto diría, que se ha buscado el mejor telescopio para ver que el mundo está hecho una mierda, pero no es esa la respuesta. La verdad es que ese niño ve todo cuánto quiera ver por ahí, porque así lo marcan las leyes de la bendita infancia dónde todo está a la mano, sólo hace falta querer. 

Hace nada leí en las redes esta reflexión: “Los tiempos difíciles crean hombres fuertes, los hombres fuertes crean tiempos fáciles. Los tiempos fáciles crean hombres débiles, los hombre débiles crean tiempos difíciles” 

sábado, abril 26, 2025

EL MILAGRO de los PECES y los HELAOS


"Ya está aquí Molina con la vitamina", pregonaba aquel buen hombre por las calles de una Carmona en blanco y negro. Eran los tiempos en que los niños merendábamos pan con chocolate mientras nuestros mayores hacían cola en la feria para ver a Manolita Chen. 

Por las mañanas, Molina nos proveía de pescado, a veces fiado, en aquel maravilloso carro. Luego, por las tardes, cuando mandábamos a dormir la siesta a nuestros padres para que nos dejaran jugar, aparecía de nuevo Molina, pero a esas sigilosas horas del  verano, aquel tri-rueda acarreaba en su interior un milagro. 

Los niños nos subíamos a la rueda chica para observar el extraordinario acontecimiento. Aquel mago se remangaba la camisa por encima del codo para demostrarnos que no había truco. 

Entonces, Molina sacaba de la oscura barriga del carro un artilugio rectangular lleno de helado de vainilla que con oficio vestía con dos galletas. Los más niños nos preguntábamos. ¿pero cómo extrae vainilla de dónde esta mañana sacaba pescaíllas? 

Yo no he visto en toda mi vida un milagro más barato. Por dos reales te convertía Molina el pescao en vainilla. 

Si cierro los ojos, y sintonizo el recuerdo, lo escucho perfectamente: 

¡Niñaaa...ya está aquí Molina con la vitamina! 

...y me rebusco en los bolsillos dos reales, pero que va, sólo tengo cinco euros, hoy día, ni pa pipas.

Manolo Martínez

quizas te interese

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...