El juez de menores,Emilio Calatayud, llenó el Teatro Cerezo de Carmona.
Sus sentencias ejemplares y su verbo claro y cercano consiguió meterse en el bolsillo a todos los padres y educadores que nos acercamos a escuchar su conferenci-coloquio.Enumeró leyes, reflexionó sobre la educación preconstitucional y la post-constitucional, dibujó con claridad la absoluta pérdida de autoridad de los padres, primero, y de los educadores, después.
Si hubiese que destacar algo de toda su intervención, creo que sería el sentido común, al que todos tenemos acceso si quisiéramos, sin necesidad de memorizar derechos, deberes, leyes y esa maraña en la que, acabamos perdiéndonos en sus escurridizas interpretaciones.
Es de justicia reconocerle al Ayuntamiento de Carmona, el acierto por la iniciativa de ofrecernos la posibilidad de escuchar a este excepcional hombre, que, en estos tiempos tan convulsos, es capaz de arrojar luz con sus palabras.