Si una triste manzana consiguió
romper un convenio divino, que no
lograrán otras tentaciones de mayor envergadura. Lo prohibido, per se, ya es
pura atracción, no lo digo yo, lo dice Caetano Veloso en su melosa canción
"Pecado" “…yo no sé si es prohibido, si no tiene perdón...no sé si
este amor es pecado, si es faltar a las leyes honradas...solo sé que es
amoooooollllll". Puede que los publicistas de Carrefour apliquen esta
infantil máxima de anhelar lo que no se tiene (hasta que se tiene), y por ello,
inundamos los carritos metálicos, mientras navegamos por las calles del hiper,
buscando manzanas prohibitivas en forma de un consumismo absurdo, obviando que
ganas lo que ganas, e ignorando que no aceptar la realidad puede convertirte en
un imbécil, eso sí con el carrito lleno. Y Caetano, no te tortures más, llena
tu carrito de amor, aunque no lo tengas, imbécil.
Escrito por Manolo Martínez