José María Cabeza Méndez inauguró el año de tertulias de “Comer,
Beber y Hablar”.
En la mesa le acompañaron el
Concejal de Cultura, Cultura, Turismo y Patrimonio Histórico, Ramón Gavira
Gordón, los curas
párrocos Sergio García (San Antón) y Antonio Ceballo (San Pedro),
y Francisco Perea, Presidente
del Consejo de Hermandades.
El resto de la tertulia estaba compuesta por los hermanos mayores, y representantes, de todas las hermandades de Carmona.
El encuentro tuvo lugar en el Parador de Carmona gracias a su director, Félix Lobo, a quien le damos la bienvenida, no sólo a la tertulia, sino a Carmona, a la que se ha incorporado recientemente.
José María Cabeza, nos abrió el apetito regalándonos una primicia: la proyección, acompañada de textos, que él mismo leyó, presentada al Consejo de Patrimonio de España y que finalmente aprobó la inclusión de Carmona en la Lista Indicativa.
Tras la proyección se abrió una tertulia muy participativa entre todos los presentes, esbozándose la necesidad de futuras reuniones, que el mismo Concejal, Ramón Gavira, ofreció, para establecer unas líneas maestras para lo que José María viene reclamando desde hace tiempo:
Y es que esta candidatura sirva,
por encima de todo, para que los carmonenses nos sintamos moradores de nuestra
ciudad, y por lo tanto hagamos frente común para la conservación de nuestro
patrimonio, que no debe ser dejado, única y exclusívamente, en manos de la Diócesis
ni de los gobiernos municipales, porque ambas entidades necesitan la implicación de todos
los ciudadanos para llevar a buen puerto la conservación de nuestro patrimonio.
Según José María Cabeza:
“La situación que se aprecia en el estado físico del conjunto de iglesias carmonenses, unas más degradadas y otra menos en función “solo” de la voluntad individual o corporativa de los usuarios, nos conduce a plantear una reflexión pública sobre el mantenimiento de ese importante legado arquitectónico de nuestros antepasados que ahora a nosotros nos corresponde conservar.
Para garantizar el acierto en estas operaciones se debe de partir desde la premisa: conocer para intervenir y para ello se pueden justificar unos criterios de intervención atendiendo a los múltiples registros y a la complejidad del templo a través de sus diversos valores. Las primeras consideraciones operativas a tener presente antes de iniciar un programa de conservación son:
- El conocimiento de los elementos preexistentes en su forma, composición y estado
- La importancia de un correcto diagnóstico a partir de la información obtenida en el apartado anterior.
En esa información se analizarán aspectos tan esenciales como: Ubicación. Tipología constructiva y composición material. Antigüedad. Usos. Estado. Valoración social. Estatus legal. Destino. Disponibilidades técnicas. Marco económico, etc.
A su vez se han de valorar por los responsables de la propiedad, administración municipal y usuarios, conceptos tan básicos en el mantenimiento de los edificios, como: Mantenimiento correctivo: Renovación y reparación. Mantenimiento preventivo: Sistemático y condicional.as
Gracias, José María, por tu generosa entrega a todo lo relacionado con el patrimonio de Carmona, y muchas gracias, por haberme dado la oportunidad de conocerte un poco, entre tés verdes y alguna manzanilla, lo suficiente para llevarme la certeza de que he estado charlando con una persona extraordinaria, que igual me ha hablado con pasión de su profesión, que ha compartido conmigo la afición de ambos por escaparnos, de cuando en cuando, al norte de España para respirar algo de frío.
Tertulia “Comer, beber y hablar”
Manolo Martínez
Carmona, 17 de enero
Del Año de Nuestro Señor Dos mil veinticuatro