El secreto de ADARVE se llama Rafael Morales,
su fundador, y un ejemplo de como combatir el paro “localizando agua en pozos hasta
ahora secos”. Las armas de Rafa son
la imaginación y el tesón, ambas al servicio de su vasta formación, de su
insaciable curiosidad y de su impecable y amena oratoria, capaz de mantener la
atención de los que hemos disfrutado de alguna de sus novedosas rutas por
Carmona.
Rafael Morales, ADARVE,
ha sido capaz de reinventar el viejo oficio de guía turístico, dotándolo de un rico
abanico de apetitosos puntos de vista sobre su ciudad, Carmona. Rafa ha tenido
la feliz idea de deshacerse de la caduca imagen del guía aburrido que se
dedicaba a repetir cansínamente fechas, estilos y nombres propios que esbozaban
la retahíla de monumentos, batallas y personajes que conforman la historia de
nuestra ciudad.
Uno de sus muchos aciertos ha
sido como el milagro del pan y los peces, ha sido capaz de multiplicar a
Carmona en muchas Carmonas: La Carmona
romana, la Carmona mudéjar, la Carmona barroca, la Carmona cofrade, Senderismo
por la Vía Augusta, Carmona y su agricultura, Carmona en Penumbras, Ruta
gastronómica…
ADARVE, Rafael Morales, ha
enriquecido el impagable oficio de difundir la cultura de nuestro patrimonio,
inventándose seductoras maneras y formas de mostrarnos un contenido conocido y
reconocido.
Rafa ha tenido la habilidad de
incorporar a la Historia con mayúsculas, una sucesión de “historias” que, aún
nadando entre la leyenda y la rigurosidad histórica, se adhieren al patrimonio
cultural sin complejos, cautivando al auditorio, como ocurre en su estupenda
ruta de Carmona en penumbra, a la que tuve la suerte de asistir una noche,
excepcionalmente fresca, de Agosto (apuesto lo que sea a que fue Rafa quién
contrató al frío para hacer aún más peculiar una noche de verano por las calles
de Carmona).
Enhorabuena Rafa, y gracias por
enseñarnos que, a pesar de todo, querer es poder.
Escrito por Manolo Martínez