Ha arrollado la moda del ...y yo más. Da igual de qué cosa tengas más. Igual da que sean obras de arte, tierras para sembrar, deudas sin pagar, conversación, viviendas sin habitar y para especular, amantes y cuernos por igual, tonterías, músculos, extensiones, zapatos de Pilar Burgos, o eses al hablar. No importa, lo único que te levanta el ...ánimo, que te pone, es que, de lo que sea, tú tengas más.
Señalaba Rafael Azcona que ya no hay catetos con boinas en los pueblos, que hoy llevan ropas de marca con la etiqueta por fuera. Si Valle-Inclán, viviera,¡ qué buenos paisajes humanos hubiera podido esbozar en sus esperpentos!.
- Mira, fulanito, acabo de llegar del Nepal.
- Uy, del Nepal...no hace años que fui yo al Nepal por mi ajuar. Yo ahora tengo reservado un viaje a la luna, para el 2100.
- ¿ Para el 2100, zetanito...?, pero si entonces tendrías 158 años...
- ¿ Y qué? Siempre me envidiastes, hasta en los años de más.
Cuentan que el fundador de los cartujos, San Bruno ( ...con lo que hablaba TorreBruno), perdonen el mal chiste, pues bien, este San Bruno, se aisló del mundo cuando comprobó que la estupidez en que se hallaba inmerso, era irreversible, por lo que decidió apartarse. Entre silencios, austeridad y rezos, esbozó su plan de vida. Si hubiese sabido que su vida fue el punto de partida de una orden, los cartujos, que con el correr de los años, degeneraría en una de las mayores terratenientes.... Ellos que vivían en la pobreza, eran inmensamente ricos, (¡anda que no hay “cartujos” de estos hoy!), gracias a las continuas donaciones de los acaudalados, que querían comprar en vida, el perdón y un cachito de cielo junto a San Pedro. Pero llegó Mendizábal y los desamortizó, les arrebató hasta la última obra de arte.
Hoy otras órdenes menos austeras: la publicidad, el consumismo estúpido y el ansia del yyomás, deciden nuestras prioridades vitales. No importa que nuestros hijos tengan más o menos formación, educación, solidaridad...ni que conozcan o no a Marx o a San Agustín, ¿es un nombre de tortas de polvorón...?.
Hoy lo que prima es tener un BMW, vestir un Adolfo Domínguez y cagarse en unos Calvin Klein.
Señalaba Rafael Azcona que ya no hay catetos con boinas en los pueblos, que hoy llevan ropas de marca con la etiqueta por fuera. Si Valle-Inclán, viviera,¡ qué buenos paisajes humanos hubiera podido esbozar en sus esperpentos!.
- Mira, fulanito, acabo de llegar del Nepal.
- Uy, del Nepal...no hace años que fui yo al Nepal por mi ajuar. Yo ahora tengo reservado un viaje a la luna, para el 2100.
- ¿ Para el 2100, zetanito...?, pero si entonces tendrías 158 años...
- ¿ Y qué? Siempre me envidiastes, hasta en los años de más.
Cuentan que el fundador de los cartujos, San Bruno ( ...con lo que hablaba TorreBruno), perdonen el mal chiste, pues bien, este San Bruno, se aisló del mundo cuando comprobó que la estupidez en que se hallaba inmerso, era irreversible, por lo que decidió apartarse. Entre silencios, austeridad y rezos, esbozó su plan de vida. Si hubiese sabido que su vida fue el punto de partida de una orden, los cartujos, que con el correr de los años, degeneraría en una de las mayores terratenientes.... Ellos que vivían en la pobreza, eran inmensamente ricos, (¡anda que no hay “cartujos” de estos hoy!), gracias a las continuas donaciones de los acaudalados, que querían comprar en vida, el perdón y un cachito de cielo junto a San Pedro. Pero llegó Mendizábal y los desamortizó, les arrebató hasta la última obra de arte.
Hoy otras órdenes menos austeras: la publicidad, el consumismo estúpido y el ansia del yyomás, deciden nuestras prioridades vitales. No importa que nuestros hijos tengan más o menos formación, educación, solidaridad...ni que conozcan o no a Marx o a San Agustín, ¿es un nombre de tortas de polvorón...?.
Hoy lo que prima es tener un BMW, vestir un Adolfo Domínguez y cagarse en unos Calvin Klein.