El martes se abrió paso con la
superluna, y vaya estafa. Dicen que la luna llena afecta al estado anímico y
mental del hombre. Mentira. Masomé al balcón, y allí estaba la superluna,
redonda y oronda, gigante, pero no escuché un mal aullido, ni conseguí ver a más
hombre-lobo que a mi vecino que tiene pelos desde el hueso cuqui hasta el
cogote, y hasta le afloran por las
orejas, pero yatá, nada más. Por eso me puse a escuchar Mecano, no hay mejor
ritual para desfacer cualquier entuerto que la música. Disfrútala, y disfruta
tu martes, ya pasó la superleche y el lunes. Paquemás
2 comentarios:
No me puedo creer que la super luna no te afectase vecino, ja ja. Para empezar, esa maravilla en el cielo, retando las leyes de "la normalidad" son para sentir un cosquilleo por todo el cuerpo. Cerrar los ojos e imaginar millones de historias, que no es igual que vivirlas, eso sí.
De todas formas, coincido contigo en que yo tampoco vi hombres lobo, ja ja, al menos de los nocturnos. Y eso sí... esa canción de Hijo de la Luna es una canción que siempre me ha cautivado. Magnífica. Buenísima elección. :D
Gracias vecina por tu fidelidad lectora. Te debo muuuuuchos comentarios.
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