Hay personas que tienen el arte en sus genes. Jose Antonio Sollero es una de esas personas. Jose Antonio no necesita un gran espacio, ni figuras únicas, ni grandes exornos que enmarquen su obra. José Antonio no necesita más que le den un poquito de cada cosa. La chimenea de su casa, su indiscutible sensibilidad, un sentido de la estética innato, unos ángeles que de seguro le inspiraron, unas entrañables figuras de nacimiento, entre las que destaca el niño Jesús por su simpática postura, y al que Jose Antonio acomoda de cuando en cuando en los brazos de la Virgen, en definitiva, arte por los cuatro costados. Con el buen gusto se nace. Enhorabuena, Jose Antonio, precioso rincón el que te has inventado en tu propia casa. Adorable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario