Tiene Canal Sur una sonrisa pegada a un hombre. La sonrisa con hombre se llama Roberto. Roberto nos enseña su magnífica dentadura de punta a punta: paletas, incisivos, caninos, premolares, molares y muelas de juicio, con su perenne sonrisa, mientras presenta Salud al Día. Que no digo yo que sonreír ante las cámaras este mal, al contrario, pero, de ahí, a que la sonrisa se convierta en la protagonista del programa, va un trecho. Da igual que, Roberto, nos hable de la diabetes, del colesterol, del último disco de Silvia Pantoja o de que el hay que desayunar tostá con aceite, el tío se ríe a todas horas. Menos mal, Roberto, que no pasaste ninguna noche en la abadía de El Nombre de la Rosa porque, de haber sido así, te aseguro que, Jorge, el monje asesino, te hubiese arrojado por una de sus ventanas al vacío, o habría ahogado tu blanca risita en una de las tinajas, llenas de sangre de cerdo, donde aparecían los finados de la historia de Umberto Eco. Jorge era un pertinaz enemigo de la risa, considerándola como un atributo propio de la gente estúpida, llegando a aseverar en su fanatismo, que Jesucristo jamás se rió. Hombre tampoco es eso, Jorge. Hay estudios que revelan que los músculos faciales que intervienen en una sonrisa falsa, difieren de los que se accionan en una sonrisa franca. Además, Roberto, debe ser agotador. Te imagino por las noches, quitándote los pantalones, la corbata, la camisa, la sonrisa…Por cierto, ¿donde la guardas?. ¿ la metes en una vasito con agua, como las dentaduras postizas?, ¿ o son desechables como los tampax ? No sé por qué, me ronda la cabeza la letra de una hermosa soleá de nuestro poeta Jose Luís Blanco: “ Era tanto mi alegría / que cuando se vino abajo / no resistí la caía “ POSTDATA : Roberto, te invito a las clases particulares para sonreír sin esfuerzo, que, durante 5 viernes, imparte la Peña de El Perol, en el Teatro Cerezo.
1 comentario:
Más quisieran muchos tener la sonrisa de este tio... no digo que no pase sus malos momentos, pero dudo que sea falso o que le cueste sonreir. A mi la gente asi, salvo en momentos en que no pegue nada sonreir... me cae estupendamente.
No como yo, que estoy hecho un sieso, jeje.
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