No hay que ser aficionado al fútbol para ser bético, en absoluto. El beticismo es una corriente filosófica, una forma de vida, una sabia manera de interpretar, de traducir a emociones cualquier circunstancia. Manque pierda, es su dogma, y su mantra. Es todo un posicionamiento estoico y valiente, legítimo y conveniente. El bético siempre le pone el cristal verdiblanco, para cribar las adversidades, que los dioses de los infortunios, y las tribulaciones y desamparos, de sus últimos mandatarios, le envían en forma de sequía de goles, fichajes malogrados o lesiones. Ha habido temporadas, que sólo les ha faltado alguna remozada versión de las siete plagas de Egipto, en forma de lluvias de ranas, o donmanueles, sobre el Villamarín. Pero el bético resiste. Se agarra a su himno, a su bandera, a su sentimiento, y sobrevive siempre. Por todo esto yo me bauticé bético hace años, porque aunque no tenga ni idea de su situación en la liga, ni de sus últimas adquisiciones, yo me siento a gusto al lado de un verdiblanco cuando hace, esa gimnasia mental tan sana, que es reírse de sí mismo. Soy bético por genética (mi hermano del alma, es bético), por solidaridad, (mis mejores amigos son béticos), por simpatía, me caen bien tó los béticos. Soy bético porque la vida es verdiblanca, y lo mismo estamos en primera que en segunda, igual nos golea, que nosotros le metemos algún golillo que otro, eso sí, los nuestros, por muy insignificantes que sean, los festejamos como el primer beso. Desde Gordillo, que nos enseñó a no tirar la toalla, y a correr por la banda de la vida, con pundonor y dignidad, hasta el flaco Cardeñosa, que nos descubrió, que se pueden escribir versos con un balón en los pies. Desde Esnaola, hasta Salva, er Betis lleva más de un siglo, alegrándonos muchos domingos antes del partido, y atormentándonos, muchos lunes, después del encuentro, pero llevándonos al cielo, de martes a sábado, mientras soñamos, sentarnos en ese oasis de la Palmera, y darle patadas a esa alma redonda de cuero, que se empeña en esquivar un destino en forma de portería. Muchos han llorado de alegría el ascenso a primera, del que nunca ha dejado de ser el primero, er Beti.
(A Juan Magaña Guerra, bético güeno, y romano. Me debes una Peroni)
1 comentario:
Hola Betico, yo siempre digo...la primera copa del rey se la llevo el betis.
Este año nos tocara sufrir, y que? y la alegra que hemos tenidos lo beticos esta temporada...jajaja bueno betico a botar toca.
Saludos y suerte
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