Hay muchos miedos, algunos son
mecanismos de supervivencia, estos son intocables, necesarios. Pero el miedo
que a menudo nos hace subir al árbol de la humillación, como esta ridícula jirafa,
es el que nos hace guardar silencio ante una injusticia, el que nos cierra la
boca para no "señalarnos" ideológicamente, el que te hace agachar la
cabeza y musitar "sí bwana, sí bwana" a todo los poderes (bancos,
políticos, estado...) ante cualquier
sinrazón, atropello o infamia. Acabamos prostituyéndonos, anteponiendo todas nuestras
miserables necesidades materiales, a ese puñado de palabras que se han vaciado de
significado: dignidad, nobleza, honor, orgullo...pues nada, que ustedes lo
disfruten, bwanas, aunque, ahora que lo pienso, también vosotros tenéis
vuestros bwanas, y qué bwanas...bienvenidos pues al club.
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