Ese maravilloso entre luces
ocurre cuando el Universo conecta las luces de bajo consumo para ahorrar. Y ahí
empieza la magia. Con el atardecer viene la paz. No la Paz Vega, no,
malpensados. Esa mujer, y a esas horas, anda con el carnicero (que anda
eligiendo el hueso añejo para el puchero quiero decir). El encantamiento del
anochecer tiene mil razones: para unos significa el final de la jornada
laboral, para otros el preámbulo de una buena sentada en el sofá-relax. Hay de
todo, desde los más “efervescentes” que piensan en la gimnasia del amor antes
de dormir, a los ahorradores que sólo suspiran por desiluminar la casa entera,
antes de que Endesa se la embargue.
Yo, personalmente, he aprendido a
gozarlos, sin más.
Escrito por Manolo Martínez
5 comentarios:
Para mi el mejor significado de este atardecer es que puede ser lo que uno quiera, para eso está la imaginación que no tiene límites.
Un beso.
Hermoso atardecer e inmejorablemente descrito. Una de las cosas que más me gusta a mí de un atardecer es que tintinea la campanilla de... "en unas horas descansas"; y la otra es la de pensar qué después llegará la mágica noche, y si nada lo impide, un nuevo amanecer :)
Comparto tu lectura María Dolores, así es, la imaginación al poder
Gracias Margari por tu comentario, un beso
la porta de manolo
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