Alguien dijo que "Bailar es como soñar con los pies", y otro más cursi "tavía", acertó a decir que "Caminando llegamos lejos, pero que bailando somos libres". Lo cierto es que bailar es algo único. Si has tenido la suerte de haber estado con alguien que tenga ese don de mover su cuerpo, ondulándolo hasta hablarte con él, con ese lenguaje mágico y sensual, pues ya has estado un ratito en el cielo, aunque se te quede la cara de la chavala del GIF. Dicen que hay que guardarse de quien te baile alrededor, que esos vaivenes desafiantes, pueden ser la red pegajosa del arácnido que está apunto de engullirte, pero... ¿hay una forma más maravillosa de sucumbir? Deja que te bailen alrededor, si saben hacerlo, es como si se desnudasen sólo para vos, bajo la fina lluvia de una bossa nova de Gal Costa. Impagable.
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