Echar un vistazo al pasado
tumbados en el presente es saludable para el espíritu, sobre todo porque
aquellos dinosaurios que nos pisoteaban el ánimo en forma de recuerdos,
comiéndose a mordiscos nuestro futuro, ahora, desde que le plantamos cara a
nuestros miedos, se pasean pegados a nosotros sin aplastarnos.
Manolo Martínez
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