Las puertas de aquella gloria las guardaba Eufrasio, no San Pedro, y dentro estaban los santos varones que Juan Sánchez, “El persiana”, elegía para que nos entretuvieran las noches: Boney M., Miguel Bosé, Julio Iglesias…
Todos los bienaventurados alcanzábamos aquella gloria, no con padresnuestros, sino con nuestros padres, que nos proveían de paguitas que canjeábamos por cubatas.
…y llegada la hora del baile, el lento claro, la pista se llenaba de “manzanas” que nos inducían a pecar, renunciando a la gloria para arder en el infierno.
Aquellas caderas eran las calderas de Pedro Botero, que nos conducían, irremediablemente, al averno, a sabiendas de que el averno era un “NO” detrás de un ¿“BAILAS”?
Manolo Martínez
Hazte seguidor, aquí abajo, de mi Tertulia "COMER, BEBER y HABLAR"
https://www.facebook.com/Comer-Beber-y-Hablar-1630331003941651
No hay comentarios:
Publicar un comentario