Alguien dijo que la mitad de la belleza pertenece al paisaje y la otra mitad a la persona que lo mira, por consiguiente, puedo prometer y prometo, que la luna no puede transportarse en un carrillo de lata. A pesar de esta obviedad, hay quienes afirman que se puede erradicar el hambre del mundo, o que todos tendremos una vivienda y un trabajo digno. Está claro que estas medias verdades solo sobreviven en quienes las vocean, en quienes miran el paisaje humano desde sus atalayas, porque no existen carrillos de lata en los que quepan la justicia y la realidad, a las pruebas me remito.
Escrito por Manolo Martínez
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