Nada mejor que empezar el fin de semana llenando el espíritu de ilusión. Esta tarde voy con mi hijo Ángel a disfrutar del mayor espectáculo del mundo, El Circo del Sol. Sólo viene a Sevilla cada 3 o 4 años durante unos cuántos días. Es una oportunidad que no se puede dejar pasar. Es caro según se mire. Cuesta como ir al cine y a McDonald 3 veces, con la certeza de que ni en el cine, y menos en McDonald, veremos lo que nos ofrece el Circo del Sol. Este año viene con el espectáculo Varekai (En cualquier lugar). Poder compartir estas dos horas de la mejor magia visual, y musical, con mi hijo, no tiene precio. El circo vuelve, pero la niñez no.
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