En la Expo del 92 de Sevilla, LA BOHÈME de PUCCINI, me bautizó como oyente de este género musical, tan estirado y distante. Desde entonces este "Vals de Musetta" forma parte de la banda sonora de mi vida. Años después visité LUCCA, una hermosa ciudad de la Toscana italiana donde nació el genial compositor. Allí estuve frente al café en el que el músico solía sentarse a vestir su cabeza de notas musicales. No pude tomarme un capuccino en aquel, su café, porque por el precio que pedían por uno, me pagaba el billete de vuelta a Carmona. La próxima vez me tomo el café, porque vivir en aquel lugar de la Toscana italiana debe ser la quintaesencia del vivire bene.
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