"Piensas que nunca te va a pasar, imposible que te suceda a ti, que eres la única persona del mundo a quien jamás ocurrirán esas cosas, y entonces, una por una, empiezan a pasarte todas, igual que le suceden a cualquier otro". Esta reflexión de un escritor nos viene como anillo al dedo porque hemos descubierto que así funciona el mundo. Nos creíamos intocables hasta que un empujón de nada nos devuelve a aquella famosa "Insoportable levedad del ser" de Kundera.
Con esta pandemia nos ha pasado como cuando empezamos a montar en bicicleta. A la vez que íbamos ganando confianza, empezábamos a montarnos a la vida sin sujetar el manillar para presumir diciéndole al de al lado:
Con esta pandemia nos ha pasado como cuando empezamos a montar en bicicleta. A la vez que íbamos ganando confianza, empezábamos a montarnos a la vida sin sujetar el manillar para presumir diciéndole al de al lado:
— "Mira..., sin una mano...mira...sin las dos manos..."
Nos han dicho que respetemos las distancias, que seamos prudentes en los espacios públicos, que hay que respetar las indicaciones de los científicos...pero en cuánto que nos dan "vidilla", nos reímos de todos los consejos que nos dan los políticos y los médicos, el problema es que de seguir así nos reiremos mientras nos caemos de la bicicleta y diremos:
— "Mira..., sin dientes"
Manolo Martínez
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