Yo no tuve un hermano mayor que
me llevara "al caballito" en su espalda, ni que me diera un zasca por nada (sólo
para marcar su terreno), o que me mandase por un vaso de agua mientras él veía
una peli tendido en el sofá. Ahora que lo pienso todo esto me suena un montón,
como un "déjà vu"...pues claro, es que yo he sido el hermano mayor. Y lo
he sido sin presentarme a ninguna elección, por la cara.
Lo que más pesa es tener la sensación de no cumplir lo que,
ahora de mayor, le compete a un hermano mayor, dar templanza, buenos consejos,
ser el referente, estar ahí.
Y eso sí que tira del cuello, cuando tienes la sensación de que no cumples esa misión. ¿Quién me mandaría a mí nacer el primero?
Y eso sí que tira del cuello, cuando tienes la sensación de que no cumples esa misión. ¿Quién me mandaría a mí nacer el primero?
Yo
hubiera querido ser el segundo, o el tercero... aunque fuera yo el que
recibiera el sopapo de los celos por el destronamiento, aunque tuviera que
levantarme siempre yo para llevar el vaso de agua, haría lo que fuera por poder
arreguincharme a la espalda del siempre egoísta hermano mayor.
Manolo Martínez
(El Hermano Mayor de su "Hermandad")
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