A medida que los años nos pasan por encima, las luces
del árbol de navidad brillan más. Y lo hacen por que cuando empiezas a
recoger las redes que durante años has tirado al mar de los días, al subirlas a la realidad, compruebas que hay más deseos que peces. Y ahí, mirando como un gilipollas la escasez de la mercancía, te acabas enterando de qué va esto de vivir. Y no va, ni mucho menos,
de llegar el primero, va de llegar. Y no va, ni de lejos, de contar dinero, va de contarnos nuestras cosas. Y no va de tirar la toalla cuando los anhelos no se cumplen, va de seguir encendiendo deseos, porque ellos son las luces del árbol y la hoja de ruta para el resto del año.
Y no va, desde luego, de esperar a la navidad para desmontarnos y mirarnos por dentro, es más sencillo. ¿Te apetece un beso, una cerveza...? Pues de eso va la vida.
2 comentarios:
De eso va la vida, amigo mío. De eso y de los fragmentos hilados de momentos que saben a canela. Muchos besos, muy feliz Navidad, y sobre todo... jamás dejes de tejer instantes con el hilo de las letras. BEsos :D
No vecina, las letras son mis peces, nunca los dejaré. Y creo que los tuyos también. Gracias y feliz navidad para un encanto de persona como tú.
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