Listos, para comer, la taberna o pelar la pava. Se lavaba lo que se veía, poco más. Ni había tiempo ni había ganas. El baño de cuerpo entero era un menester para lo sábados.
Hoy que se duchan nuestros hijos cuando llegan del colegio, cuando vuelven del gimnasio, antes y después de pelar la pava... ¡Mamma mía, qué limpios me han salido los niños!
Con la ropa tres cuartos de lo mismo: ropa para el colegio del día, ropa para el gimnasio de un uso, ropa de pela la pava de otro uso... dos lavadoras por día...media nómina para agua y otra media para los detergentes y mejunjes varios.
La semana que viene compro cuatro palanganas, una por miembro (... de familia).
Manolo Martínez
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2 comentarios:
Hola Manolo:
En mi pueblo a la palangana se le llamaba (y se le llama) "zafa", se ponía (y se pone) sobre un zafero y servía justo para lo que has explicado. Mi madre aún las tiene, de varios tamaños según para qué fuera, actualmente guardadas en un desván. Vintage se denominan ahora, creo, nos recuerdan que algo se ha evolucionado en temas de aseo, aunque lo de hoy sea a veces un despropósito. Me ha gustado verla y recordar su uso en tu entrada.
Siempre es un placer leerte.
Un beso.
Buenas Lola, suena mejor zafa que palangana. Gracias por la palabra, me la quedo. ¿Cómo van tus recetas? Envíame una típica de Algeciras, intentaré hacerla.
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