Las cosas han cambiado y ya no
hay vuelta atrás. Es así y punto, o punto y pelota, como dice mi mujer cuando
pone el punto final a una disputa. Ahora cocina él mientras ella pasa repaso a "las tropas".
Canjeamos posturas quedándonos
en cueros ante los nuevos roles. Y no pasa nada, salvo que las miradas cambian
de propietario, y las manos se inquietan ante la permuta de faenas. Tan
seductor es rebañar como estirar para mirar. Dejar la puerta abierta a nuevas
primeras veces es haber aprendido a vivir, buen provecho.
Escrito por Manolo Martínez.
6 comentarios:
Tienes razón amigo Manolo, no hay que cerrarse ninguna puerta que nos sirva para aprender y crecer, por esa razón hemos llegado hasta aquí y esperemos continuar ampliando campos.
Un beso.
Hola Manolo, vuelvo a tu blog para darte por fin el titulo y el autor del libro que comentamos. Te lo aconsejo. El umbral de la eternidad de Ken Follet.
Un saludo.
Gracias, Lola, por tu comentario, y sobre todo, por haber compartido en Antequera mesa con buenas viandas y conversación. Conoceros ha sido abrir más puertas...un beso y un abrazo a Andrés.
Hola Manolo !!!
a ver si mi marido va abriendo puertas como éstas... y va cambiando en este tema también...jjjj
ha sido un placer conoceros personalmente y compartir mesa
que no solo sirve para comer sino para conocer personas maravillosas como vosotros...
bueno y comer también...jjj... que al final todos pasamos por ello... y mira que nos gusta...
Me quedo por aquí... y ya hemos ampliado seguidores Lola y yo...
un besazo enormeeeee para tí y para esa maravillosa mujer que tienes !!!
Cuánto me alegró ver tu comentario por aquí. Vosotras las blogueras cocineras sois más solidarias, nosotros los que "hervimos" y emplatamos palabras estamos más solos.
Ha sido un verdadero placer conoceros a todos. Tú eres un terremoto, y nos contagiaste de tu energía, y tu marido Paco, un conversador agradabilísimmo, abierto y estupendo. Espero que repitamos.
Regresa Cleopatra !
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