"Por todas partes se extiende el campo, bello, crujiente y húmedo, salvaje y al mismo tiempo apacible como ningún otro en el mundo, silencioso. Se percibe el olor a tierra, y no se oye ningún sonido mas que los necesarios: el agua, la brisa, tu respiración..."
(Cuando acabé de leer "Las pequeñas virtudes" de Natalia Ginzburg, decidí "vivir" un fin de semana en ese campo que tan bien describió la escritora italiana, y allí estaba todo)
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