Olvidamos que los barrios, las ciudades o las naciones, no son entelequIas, abstracciones enmarcadas en coordenadas que determinaron las montañas, los ríos o las espadas. Son gente, con sus historias como únicas fronteras. Vidas que llenan las calles, las casas y las cocinas. Por eso Sevilla es tan especial, por la tribu que allí se asienta, por eso escribo con el IVA incluído de la cursilería: Sevilla, mon amour.
(Visita la página de Fernando Baeza y Manolo Martínez, "UNA FOTO Y 69 PALABRAS" en esta dirección https://www.facebook.com/unafotoy69palabras/ )
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