Sinuhé, el egipcio, decía: “La sed del hombre permanece inalterable, pase lo que pase, y aunque se tambalee el poderío de los reyes y los dioses se caigan de sus tronos, las tabernas no estarían más vacías que antes, porque el hombre bebe en su alegría y bebe en su tristeza…”
Escorado en un rincón de la Plaza de San Fernando, este bar le da una mano a la calle Prim, y otra a la plaza de arriba. Un edificio del siglo XVI, con fachada mudéjar acicalada con azulejos, viste a este referente hostelero de Carmona.
Alberto, su propietario, lo conduce con el agrado que ha heredado de su madre, Isabel.
Nos revela Alberto que fue su abuelo, Antonio, el primero que lo regentó y quién lo bautizó con su nombre actual, Bar Goya, allá por 1.942. Al morir su abuelo, se hizo cargo su mujer, Dolores, y más tarde, su padre, Luis García, quién, por último, le dio el relevo a Alberto.
Al parecer, el origen del nombre de este coqueto restaurante-bar, se debe a que en aquella época, los bares eran despachos de vino, y éste en concreto, estaba lleno de botas de “La Goya”.
Alberto nos sigue descorchando el pasado de su negocio, y nos desvela que, antes de que su familia se hiciera cargo del mismo, dicho local ya tenía sus puertas abiertas en 1.925, con lo que, salvo que alguien demuestre lo contrario, la convierte en la taberna más antigua de Carmona.
El alma del Goya se esconde en su excelente cocina, al frente de la cual está un maravilloso profesional, Antonio.
Pero sería injusto no nombrar a quién durante tantos años nos deleitó con su buen quehacer entre los fogones, Isabel, la madre de Alberto, una señora guapa, amena conversadora y de eterna sonrisa.
Isabel nos contó hace tiempo que su suegra le pasó algunas recetas, pero que ella fue una autodidacta enamorada de su trabajo que a fuerza de experimentar, de horas y de años, consiguió llegar a ser la excelente cocinera que fue.
Isabel nos regaló la receta de una de las tapas que más celebrábamos quiénes nos hicimos adictos a su cocina:
RECETA DEL HÍGADO CON TOMATE de
ISABEL
- 1 kilo de hígado de cerdo
fileteado -
-1 cebolla gordita
- Orégano -
- aceite de oliva
- Vinagre -
- Una cucharada de pimentón
dulce
- Una lata de tomate triturado
- 2 o 3 hojas de laurel
- Una cucharadita de pimienta
molida
Se pone aceite a calentar en una
cazuela. Cuando esté en su punto, añadir una cebolla, y sofreír hasta que esté
dorada. Añadir una cucharada de pimentón dulce, y antes de que se queme, agregar
el tomate triturado (frito o crudo). A continuación pondremos el hígado y
rehogaremos, incorporando ahora, una cucharadita de orégano y una de vinagre,
una pizca de pimienta molida y dos o tres hojas de laurel.
Rehogar y cubrir de agua. Retocar
de sal y dejar hervir, hasta que espese, y el hígado esté tierno.
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4 comentarios:
Voy pa´lla, ...
una cervecita!.
Buen sitio para compartir cervezas y conversación
La receta de Isabel es patrimonio culinario, seguro que Mª de Gracia ya la he hecho, entre foto y foto.
Gal.
Un lugar legendario en Carmona. Se come de cine y los camareros no pueden ser mas encantadores!.Visita obligada, tanto para comer como para tomar una copa!.
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