Dice el tango que Enrique Santos Discépolo compuso en 1934:
"Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé (¡En el quinientos séis y en el dos mil también)...no pienses más, séntate a un lao. Que a nadie importa si naciste honrao. Que es lo mismo el que labura noche y día, como un buey, que el que vive de los otros, que el que mata, que el que cura, o está fuera de la ley..."
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