Ahora que las canas blanquean los recuerdos, y que los recuerdos alegran los arroces en el campo, las fotos con los amigos de siempre son un patrimonio que nadie se atreve a tasar.
La memoria de cada uno las valora con distintas varas de medir: desde la nostalgia a la alegría del reencuentro, pasando por la tristeza por los amigos perdidos.
¿Quién no se acuerda de arroz en arroz de aquellos maravillosos años en que la espuma de las cervezas dibujaban las risas? A vuestra salud amigos.
1 comentario:
Jejeje algunos aún tenían pelo.
Que maravillosos tiempos aquellos, pero pienso que no son los tiempos, es la edad... Volvamos a ser jóvenes, al menos de espíritu.
Un 👐 abrazo, y que volvamos a reunirnos.
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