Es tanta la fascinación que nos produce contemplárnoslo, que podríamos decir que somos un hombre a un ombligo pegado, y en ocasiones ni siquiera queda sitio para el hombre.
C. Pavese decía que llegamos a creernos que todo aquello que nos ocurre a nosotros mismos, es extraordinariamente importante, por el simple hecho de que nos sucede a nosotros, porque si la circunstancia en cuestión la sufren los demás, ya nos encargamos de achicar su trascendencia.
Hay que ver cómo somos...
¿Qué tiene el ombligo, que no es más que una cicatriz redonda en mitad de la barriga, para hacer estas dobles lecturas?
Somos egoístas, ególatras, chauvinistas... por naturaleza. Igual es un mecanismo de supervivencia, y seguimos existiendo como especie por ese sólo pensar en nosotros mismos.
Ustedes ¿qué creen?
Hazte seguidor, aquí abajo, de mi Tertulia "COMER, BEBER y HABLAR"
https://www.facebook.com/Comer-Beber-y-Hablar-1630331003941651
No hay comentarios:
Publicar un comentario