¡Cómo han cambiado las
noches, María!
Ya no nos esperan los hijos en casa, ni tenemos prisa, ...como mañana no hay que trabajar. Esperar el autobús ha sido una excusa para decirte algo. Sabes que no soy hombre de poemas, ni siquiera de mimos, pero hoy... hoy no sé que me pasa que tengo ganas de decírtelo al oído, despacio, cariño mío:
¿Esta noche qué tenemos,
arró o fideo?
Fotografía: Fernando Baeza
Sánchez
No hay comentarios:
Publicar un comentario