Esta foto fue tomada en agosto de 1933 en el hospicio de la calle San Luís de Sevilla. Niños del hospicio guardando cola para la degustación de cerveza. Sólo les faltó darle galletas para que la mojaran en el zumo de cebada. ¿Se imaginan ustedes qué ocurriría hoy si se hiciera algo así?
El desconocimiento sobre los efectos del alcohol, y sobre todo, de esos efectos en menores, hacían posible escenas como éstas. Pero hay más, no contentos, incluso publicitaban la cerveza como bebida familiar y más aún, no se lo pierdan, asociaban su consumo a los buenos conductores. ¿Mentira? Les dejo el anuncio sacado del baúl de la Piqué. Como dicen en mi pueblo “pa habarse matao”.
...sí hija sí, grande, familiar...que no falte.
...y éste lo has probado seguro ¿a que sí?
Y queremos ahora arreglar el mundo...con lo que llevamos metío en el cuerpo
Manolo Martínez
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2 comentarios:
Creía que te dejabas la Quina Santa Catalina, yo me acuerdo hasta del anuncio, "dan unas ganas de comerrrr..." Y bien buena que estaba por cierto, tan dulcecita. A saber en el futuro qué hablarán de lo que hacemos mal ahora, seguro que mil cosas, pero no quiero adelantar ideas.
Un saludo.
Pues si la cosita de vini dulce con la llemita de huevo para las que no comíamos
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