Lo de ir
al cielo nunca fue fácil. De hecho, hasta ahora sólo había dos opciones para
alcanzarlo: o te hacías astronauta, o tenías que ser muy muy bueno durante toda
la vida, y luego morirte.
Si la
primera opción es trabajosa, ¿qué vamos a decir de lo agotadora y drástica que
es la segunda?
Con estas expectativas, conocer el
paraíso en vida era una merced muy exclusiva,
de ahí la importancia del hallazgo de una tercera vía para llegar al
cielo. Este atajo se ubica en el número 12 de la calle Chamorro. Allí puedes
alcanzar la gloria de la manera más dulce.
Manolo, dueño de la Confitería “Las Delicias”, junto a su familia y con mucho trabajo y amor a lo que hace, ha descubierto un atajo. Es muy fácil, podrás sentirte en el paraíso probando alguna de las exquisiteces que salen de sus manos: un "rameao", una palmera de chocolate, un borracho, un bollo de aceite, un Marivelo o una torta inglesa, el buque insignia de la casa.
Los sábados y los domingos, las largas colas delatan la entrada del atajo. Esos días el cielo debe estar “petao”.
Enhorabuena, Manolo, por ganarte la vida haciendo feliz a los demás. Brindo a tu salud, con un rameao, claro.
Manolo Martínez
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