¿Quién es el arguiñano que nos explica a qué sabe el rabo, perdón, la rabadilla, de un toro lidiado, y en qué se diferencia, éste, de la cola de un cornúpeta palmado de muerte natural en el matadero?
Ah... ya..., que no se trata de los apéndices (que son iguales, claro) sino de quienes lo consuman. Hay quién va y dice: “Acabo de degustar una carne de rabo exquisita“, y quienes necesitan diseccionar el enunciado, y precisan:
“Vengo de almorzarme el apéndice del tercer toro de la segunda corrida del año 2022 en las Ventas de San Isidro“.
La denominación de origen debiera ser, en estos casos, para el consumidor, y no para el producto, y dejar claro “Este restaurante se reserva el derecho de admisión a clientes que disfruten pagando “chochás“.
Chesterton, narra con flema inglesa, cómo la exclusividad, “per se”, es un patrimonio absurdo.
En uno de sus relatos, Chesterton, nos habla del “Club de los doce pescadores” y de su cena anual en el Hotel Vernon. El Club de los 12 pescadores vestían con chaqué verde para diferenciarse del resto de los mortales.
Había una mesa, en dicho hotel, que sólo se utilizaba una vez al año para esa cena.
Había un camarero para cada comensal..., y así, una larga lista de excentricidades, cuyo fin, sólo era distinguirse del resto.
Como decía mi padre, ¡que de tiempo libre tiene la gente!
Manolo Martínez
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2 comentarios:
Una posible explicación, podría estar en que el rabo de los toros de lidia, han crecido y vivido en un ambiente , más tranquilos y relajados en medio de las dehesas, y los prados, sin que le molesten tantas" moscas cojoneras", como a las vacas lecheras, o bueyes de tiro y labranzas, más estabilizados, y en medio de las cacas o moñigas. No habéis observado que estás/os están todo el tiempo espantado a las molestas moscas , como dice la canción , de las vacas lecheras, quitan las moscas con el rabo, tolón tolón. Por lo tanto más ejercitados y musculosos que los de toros de lidia, que solo lo levantan o empinan , en algúna suerte de bara o cuando entran a matar. Entonces estos están más carnosos y gelatinosos que los de vacas y bueyes, más apropiados para correas. Estos una posible explicación, hay quien dice que muchos rabos de toro comercializados no lo son, sino importados da canguros desde Australia , y ya se sabe como los usan estos animales, que te dan con el y te tiran al suelo.
Manolo, no se matan tantas corridas , para tantos restaurantes.
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