Tengo un amigo,(tan cercano a mi que está conmigo a todas horas), que el año
pasado se fue de vacaciones al País Vasco, ¿se puede ser más cateto?, Paco
Martínez Soria, lo que yo les diga, hasta me mandó esta crónica para ponerme los dientes largos
.
http://laportademanolomartinez.blogspot.com/2019/07/cronicas-de-un-cateto-en-el-pais-vasco-i.html
La criatura me alardeaba de que solo tardó una hora en llegar allí en el
avión. Mira pischa, pues lo mismo que hemos tardado mi familia y yo en llegar a
Cai "Tacita de Plata", y sin alas, con mi cuatrimotor.
En fin..."que hay gente pa
tó", como dijo Joselito el Gallo cuando le presentaron a Ortega y Gasset.
Entramos en Cádiz pasando por encima de la Pepa. No sean mal pensados, ni nos hemos "colao" ni la Pepa es una "fresca". La Pepa es como se conoce al espectacular Puente de la Constitución de 1812. To fue poner las cuatro ruedas en este mastodonte de acero y empezar yo a dar el coñazo, como todos los padres, con los datos de la Wikipedia:
-- Cucha picha (le dije a mi Ángel), estamos atravesando el segundo puente más largo de España, más largo que el famoso puente de Brooklyn de Nueva York. (...que no sé para que le dije esto si ninguno hemos estado nunca en Nueva York. Pero queda muy bien).
El remate fue cuando a renglón seguido le dije...
-- Ánhe... ...desde aquí huelo a pescaíto frito en cartucho de papel de estraza.
-- Claro papá...(me dijo resignado el chaval), desde aquí lo hueles...desde el segundo puente más largo de España. (y se puso los auriculares para no escucharme más)
En cuánto llegamos a la habitación, abrimos el balcón y allí estaba....el cielo. No el cielo de Cádiz, al que cantan en el Falla las comparsas, no, no...allí estaba EL CIELO, al que van los cristianos cuando se mueren...si han sido buenos. Tenía de tó, hasta cielo.
Una piscina más grande que el mar, piscina chiquititas para los niños, un bar al lado con cerveza mu fría...hasta playa tenía el lugar. Dios...que yo voy a ser muy bueno, ya lo era, pero ahora voy a serlo más.
El Parador de Cádiz (el cielo) está además en un lugar privilegiado en que todo lo tienes "a mano". A pocos metros tiene el famoso "Teatro Falla" dónde los gaditanos estallan en su famoso Carnaval, y dos calles más allá su playa más famosa, "La Caleta", que a pesar de ser la más pequeña de la ciudad, es un lugar mágico al que le han escrito, compuesto y cantado Jose María Pemán, Carlos Cano o Isaac Albéniz. Precioso lugar para empezar el día paseando y oliendo a sal.
A la hora de comer, mi vecina Nieves, la persona más fiable que conozco como consejera gastronómica, me dijo que fuéramos a comer al Restaurante "El Faro" en el barrio más popular de la Tacita de Plata, el barrio de la Viña. No voy a decir cómo se come porque se come como se come en EL CIELO.
...y paseando por la playa de La Caleta parece escucharse con la brisa la maravillosa copla de Carlos Cano:
"Las olas
de la Caleta, que es plata quieta,
rompían contra las rocas de aquel paseo
que al bamboleo de aquellas bocas
allí le llaman El Malecón..."
( La mascarilla es para no oler el pescaíto frito
porque me voy detrás )
porque me voy detrás )
Manolo Martínez
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