Tiene Carmona una taberna con aires de taberna, L’ANTIQVA. Y dentro de esta bodega, un mesonero, Juanma, que aún no ha llegado a Presidente, pero llegará, primero por su labia, y luego porque nos da de comer y de beber como dios manda, y además nos hace hablar.
Comer, beber y hablar, ¿que más quieres?
Allí se hace tertulia de las de antes. Un codo apoyado en el barril y el otro sube y baja por el aire arrimando caldos y viandas al buche (que es boca, pero en francés. Bouche dicen los finos).
Luego cambiamos de codo, por darle descanso, aunque algunos descartarían el apoyo para que el "ir y venir" del sustento fuera más diligente.
Si tuviera que elegir dos palabras para definir a esta taberna, bodega o abacería, sería a gusto. Porque aquí se está a gusto comiéndote unas “Migas con político”, unas “Berenjenas gratinadas” o una “Carrillá al vino tinto”, mientras miras unas palomas que buscan empadronarse en el Alcázar de la Puerta de Sevilla.
Si oviese dicho yo alguna mentira, que Juanma me lo demande, de no ser así, que me lo premie… que me invites, coño.
Manolo Martínez
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